1 Rey. 18: 21-40.
¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. (1 Rey.
18:21).
En medio de la apostasía general, Elías no trató de
ocultar el hecho de que servía al Dios del cielo. Los profetas de Baal eran
cuatrocientos cincuenta, sus sacerdotes cuatrocientos, y sus adoradores se
contaban por miles; a pesar de ello Elías no aparentó estar del lado
popular. Abiertamente, permaneció solo...
Con claros acentos como de trompeta, Elías se
dirigió a la multitud: "Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos?" . . . Donde se encuentran los Elías de hoy? (Testimonies,
tomo 5, págs. 526, 527).
Dios quería que su honor fuese exaltado como
supremo ante los hombres, y que sus consejos fuesen confirmados a la vista del
pueblo. El testimonio del profeta Elías
sobre el monte Carmelo constituye un ejemplo de alguien que se puso
completamente de parte de Dios y de su obra en la tierra. . . "Sea hoy
manifiesto que tú eres Dios en Israel", ora, "y que yo soy tu siervo,
y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová", ruega,
"respóndeme".
Su celo por la gloria de Dios y su profundo amor
por la casa de Israel presentan lecciones para la instrucción de todos los que
permanecen hoy como representantes de la obra de Dios en la tierra (SDA Bible
Commentary, tomo 2, pág. 1034).
Nada se gana con la cobardía o el temor de que se sepa que somos un pueblo que guarda los mandamientos de Dios. El ocultar nuestra luz, como si nos avergonzáramos de nuestra fe, redundará solo en desastre. Dios nos dejará en nuestra propia debilidad. No permita el Señor que rehusemos hacer brillar nuestra luz en cualquier lugar al cual nos llame. Si nos aventuramos a avanzar por nosotros mismos, siguiendo nuestras propias ideas, nuestros propios planes, dejando a Jesús detrás, no podemos esperar obtener fortaleza, valor o fuerza espiritual.
Dios
ha tenido héroes morales, y los tiene ahora: los que no se avergüenzan de ser
su pueblo peculiar. Sus planes y su voluntad están subordinados a la ley de
Dios. El amor de Jesús los ha conducido a encararse con sus propias vidas. Su
trabajo ha consistido en tomar la luz de la Palabra de Dios y dejarla brillar
con rayos claros y firmes sobre el mundo (Testimonies, tomo 5, págs. 527, 528).
210
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVsnRK5QeFraHB292UJ6gxtG
No hay comentarios.:
Publicar un comentario