1 Rey. 21.
A la verdad ninguno fue como Acab, que se
vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo
incitaba. (1 Rey. 21:25).
Acab carecía de fuerza moral. Su casamiento
con una mujer idólatra, de un carácter decidido y temperamento positivo, fue
desastroso para él y para la nación. Como no tenía principios ni elevada norma
de conducta, su carácter fue modelado con facilidad por el espíritu resuelto de
Jezabel. . .
Bajo la influencia agostadora del gobierno de
Acab, Israel se alejó mucho del Dios vivo, y corrompió sus caminos delante de
él. . . La oscura sombra de la apostasía cubría todo el país. Por todas partes
podían verse imágenes de Baal y Astarté.
Se multiplicaban los templos y los
bosquecillos consagrados a los ídolos, y en ellos se adoraban las obras de
manos humanas. El aire estaba contaminado por el humo de los sacrificios ofrecidos
a los dioses falsos. Las colinas y los valles repercutían con los clamores de
embriaguez emitidos por un sacerdocio pagano que ofrecía sacrificios al sol, la
luna y las estrellas.
Mediante la influencia de Jezabel y sus
sacerdotes impíos, se enseñaba al pueblo que los ídolos que se habían levantado
eran divinidades que gobernaban por su poder místico los elementos de la
tierra, el fuego y el agua. Todas las bendiciones del cielo: los arroyos y
corrientes de aguas vivas, el suave rocío, las lluvias que refrescaban la
tierra y hacían fructificar abundantemente los campos, se atribuían al favor de
Baal y Astarté, en vez del Dador de todo don perfecto.
El pueblo olvidaba que las colinas y los
valles, los ríos y los manantiales, estaban en las manos del Dios vivo; y que
éste regía el sol, las nubes del cielo y todos los poderes de la naturaleza. .
. En su ciega locura, prefirió rechazar a Dios y su culto (PR 84, 85).
Cuán pocos comprenden el poder de una mujer no consagrada. . .
Si Acab se hubiera llevado del consejo del Cielo, Dios hubiera estado con él. Pero Acab no lo hizo. Se casó con una mujer entregada a la idolatría. Jezabel tuvo más poder que Dios sobre el rey. Lo condujo a la idolatría, y con él al pueblo.
(SDA Bible Commentary, tomo 2, pág. 1033).
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVsnRK5QeFraHB292UJ6gxtG
No hay comentarios.:
Publicar un comentario