martes, 5 de septiembre de 2023

05. “NUESTRA INFLUENCIA PUEDE BENDECIR A MILLARES” (IX. REFLEJEMOS A JESÚS PARA SU SEGUNDA VENIDA) EGW.

Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada. (1Tesalonicenses 1:8).

La vida de Cristo era de una influencia siempre creciente, sin límites; una influencia que lo ligaba a Dios y a toda la familia humana. Por medio de Cristo, Dios ha investido al hombre de una influencia que le hace imposible vivir para sí.

Estamos individualmente vinculados con nuestros semejantes, somos una parte del gran todo de Dios y nos hallamos bajo obligaciones mutuas.

Ningún hombre puede ser independiente de sus prójimos, pues el bienestar de cada uno afecta a los demás. Es el propósito de Dios que cada uno se sienta necesitado para el bienestar de los otros y trate de promover su felicidad.

CADA ALMA está rodeada de una atmósfera propia, De Una Atmósfera que puede estar cargada del poder vivificante de la fe, el valor y la esperanza, y endulzada por la fragancia del amor. O puede ser pesada y fría por la bruma del descontento y el egoísmo, o estar envenenada por la contaminación fatal de un pecado acariciado.

Toda Persona con la cual nos relacionamos queda, consciente o inconscientemente, afectada por la atmósfera que nos rodea.

Es Ésta Una Responsabilidad De La Que No Nos Podemos Librar. Nuestras palabras, Nuestros Actos, Nuestro Vestido, Nuestra Conducta, hasta la expresión de nuestro rostro, tienen influencia. De la impresión así hecha dependen resultados para bien o para mal, que ningún hombre puede medir.

Cada impulso impartido de ese modo es una semilla sembrada que producirá su cosecha. Es un eslabón de la larga cadena de los acontecimientos humanos, que se extiende hasta no sabemos dónde. por nuestro ejemplo ayudamos a otros a desarrollar buenos principios, les damos poder para hacer el bien. Ellos a su vez ejercen la misma influencia sobre otros, y éstos sobre otros más. De este modo, miles pueden ser bendecidos por nuestra influencia inconsciente.

Arrojen una piedrecita al lago, y se formará una onda, y otra y otra, y a medida que crecen estas, el círculo se agranda hasta que llega a la costa misma. Lo mismo ocurre con nuestra influencia. Más allí del alcance de nuestro conocimiento o dominio, obra en otra como una bendición...

El Testimonio Silencioso de una vida sincera, abnegada y piadosa, tiene una influencia casi irresistible. Al Revelar en nuestra propia vida el carácter de Cristo, Cooperamos con El en la obra de salvar almas. Solamente revelando en nuestra vida su carácter, podemos Cooperar con El. Y cuanto más amplia es la esfera de nuestra influencia, mayor bien podemos hacer. Palabras de vida del gran Maestro, pág. 274, 275. RJ 254/EGW/MHP 255.

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=27vYUd6GShQ&list=PLtrFh-HO7ogB0b9ZH0YMA5EYtDsepZwEC&index=5&pp=gAQBiAQBsAQB


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