Jos. 1: 1-9.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien. (Jos. 1: 8).
Si los hombres caminan en el sendero que Dios les
ha señalado, tendrán un consejero cuya sabiduría está por encima de toda
sabiduría humana. Josué era un general sabio porque Dios era su guía. La primera
espada que Josué usó fue la espada del Espíritu, la Palabra de Dios. . .
Debido a que Josué tendría que hacer frente a las
influencias más fuertes que se levantarían en contra de sus principios de
justicia, el Señor misericordiosamente le encomendó que no se apartara ni a
diestra ni a siniestra. Debía seguir un camino de estricta integridad. . . Si
no hubiera habido peligro delante de Josué, Dios no le hubiera repetido una y
otra vez que fuese valiente. Pero en medio de todas sus inquietudes, Josué
tenía su Dios para guiarle.
No hay mayor engaño para un hombre que suponer que
en cualquier dificultad puede encontrar un guía mejor que Dios, un consejero
más sabio en cualquier emergencia, una defensa más fuerte bajo cualquier
circunstancia (SDA Bible Commentary, tomo 2, pág. 993).
El Señor tiene una gran obra para ser hecha en este
mundo. La obra de Dios ha sido dada a cada hombre para que la realice. Pero el
hombre no debe hacer del hombre su guía, para que no sea conducido por el mal
camino; esto es siempre inseguro. Mientras la religión de la Biblia incluye los
principios de la actividad en el servicio, al mismo tiempo está la necesidad de
pedir sabiduría diariamente de la Fuente de toda sabiduría. ¿Cuál fue la
victoria de Josué? Meditarás en la Palabra de Dios de día y de noche. La
palabra del Señor llegó a Josué precisamente antes que pasara el Jordán. . .
Este era el secreto de la victoria de Josué. Hizo de Dios su guía (Ibid.).
Los que ocupan cargos de consejeros debieran ser
hombres generosos, hombres de fe, hombres de oración, hombres que busquen
diligentemente luz e inteligencia para comprender cuál es la mejor manera de
desempeñar su cometido. Josué, el dirigente de Israel, escudriñó diligentemente
los libros en los cuales Moisés había anotado fielmente las instrucciones
impartidas por Dios. . . para no actuar imprudentemente (Id., págs. 993, 994).
AUDIO:
https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVuTjgOEJPr_i4LkG5qpGMMO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario