domingo, 20 de mayo de 2018

04. EXCESOS EN EL MATRIMONIO.


Jesús no impuso el celibato a clase alguna de hombres, No vino para destruir la sagrada institución del matrimonio, sino para exaltarla y devolverle su santidad original. Mira con agrado la relación familiar donde predomina el amor sagrado y abnegado.- Ms 126, 1903; (HAd 106).

Consumo de La Energía Vital. 
 Son muchos los padres que no han obtenido el conocimiento que deberían respecto de la vida matrimonial.
No se cuidan para que Satanás no saque ventaja de ellos y controle su mente y su vida. No se dan cuenta de que Dios requiere de ellos que controlen todo exceso en la vida matrimonial. Son pocos los que consideran que es deber religioso gobernar sus pasiones. 
 Se unieron en matrimonio con quien eligieron, y concluyen que tal matrimonio santifica la complacencia de las bajas pasiones. 
 Aun los hombres y las mujeres que profesan piedad dan rienda suelta a sus pasiones concupiscentes, y no quieren ni pensar que Dios los hace responsables del consumo de la energía vital que debilita las reservas de la vida y enerva todo el organismo.

Excesiva Complacencia Sexual.
El compromiso matrimonial cubre pecados del matiz más oscuro. Hombres y mujeres que profesan piedad rebajan sus propios cuerpos por medio de la indulgencia de pasiones corruptas, y descienden así por debajo del nivel de los brutos de la creación. Abusan de las facultades que Dios les ha dado para que sean preservadas en santificación y honor. La salud y la vida misma son sacrificadas sobre el altar de las bajas pasiones. Las facultades superiores y más nobles son colocadas bajo el dominio de las propensiones animales. Quienes así pecan, no están familiarizados con los resultados de tal manera de conducirse.

Si pudieran darse cuenta de la cantidad de sufrimiento que se causan a ellos mismos por sus propias indulgencias pecaminosas, se alarmarían; y algunos, por lo menos, tratarían de evitar esa manera de conducirse en relación con el pecado que produce tan terribles resultados. Esto le acarrea una existencia tan miserable a tanta gente, que les sería preferible la muerte antes que la vida, y muchos acaban muriéndose prematuramente y sin gloria a causa de la excesiva complacencia de las pasiones animales. 
 Piensan que, por el hecho de estar casados
no están cometiendo pecado alguno.
Hombres y mujeres: un día sabrán qué cosa es la lujuria,
 y cuál es el resultado de gratificarla. 
 Pasiones de tan baja calidad pueden ser halladas en el estado matrimonial tanto como fuera de él.-
RH, 19 de septiembre de 1899.

Dignidad y Respeto Que Merece La Esposa.
Muchos profesos cristianos que he conocido parecen destituidos del control moral. Poseían una naturaleza más animal que divina. En realidad, poseían una naturaleza casi totalmente animal. Hombres de este tipo degradan a sus esposas, a quienes prometieron alimentar y cuidar. La esposa se transforma en un instrumento para la gratificación de las pasiones bajas y lujuriosas. Y muchas mujeres se someten y llegan a ser esclavas de las pasiones concupiscentes; no mantienen sus cuerpos en santificación y honor.

  La esposa deja de retener la dignidad y el respeto propio que poseía antes de casarse.

Esta institución sagrada debería preservar y acrecentar el respeto y la dignidad femeninas. Pero la femineidad casta, dignificada y deforme de la mujer ha sido consumida en el altar de las bajas pasiones; ha sido sacrificada para complacer al marido. Pronto perderá el respeto por el esposo, quien ni siquiera toma en cuenta las leyes a las cuales rinde obediencia la creación bruta.
La vida matrimonial llega a ser un yugo irritante, pues el amor se desvanece y frecuentemente toman su lugar la desconfianza, los celos y el odio.

Desconfianza Entre Esposos.
Ningún hombre puede amar verdaderamente a su esposa cuando ésta se somete, pacientemente y como una esclava, proporcionándole todo lo que requieran sus pasiones depravadas. En esa sumisión pasiva, ella pierde el valor que poseía una vez ante sí misma.

*El esposo la ve como arrastrada a un bajo nivel, alejada de todo lo que podría ser elevado; y pronto sospecha que ella puede ser sometida dócilmente y degradada por otro hombre de la misma manera como lo hizo él. Entonces comienza a dudar de su fidelidad y pureza; se cansa de ella y termina buscando otros objetos que eleven la intensidad de sus pasiones infernales. La Ley de Dios deja de ser objeto de consideración...
*La esposa, por su lado, se pone celosa y sospecha que, de presentarse la oportunidad, su esposo se dirigirá a otra mujer de la misma manera como lo hace hacia ella. Percibe que él no está bajo el control de una conciencia temerosa de Dios; todas las barreras santificadas son derribadas por sus pasiones Injuriosas; todo lo que tiene de semejante a Dios se torna en servidumbre de las pasiones bajas y embrutecidas...

Naturaleza Destructiva de Los Excesos Sexuales.
Cuando una esposa rinde su cuerpo y su mente al control del esposo, sometiéndose a su voluntad en todo, sacrificando su conciencia, su dignidad y su identidad, pierde la oportunidad de ejercer sobre él la poderosa influencia para bien que debería poseer para elevar a su esposo. No puede suavizar su naturaleza tosca y ejercer su influencia de tal manera que logre suavizarlo, refinarlo y purificarlo, ayudándole a luchar seriamente para que gobierne sus pasiones, y posea una mente más espiritual que le permita participar de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que impera en el mundo debido a la concupiscencia.

Es muy grande el poder de la influencia que puede guiar la mente hacia temas elevados y nobles, por encima de la complacencia sensual, que el corazón no renovado por la gracia no puede lograr naturalmente. 

Si la esposa siente que, para satisfacer a su esposo, tiene que rebajar sus normas, cuando las pasiones animales llegan a constituirse en la base principal del amor, desagrada a Dios porque falla al no ejercer una influencia santificadora sobre su esposo. 

Si siente que debe someterse a sus pasiones animales sin protestar, revela que no entiende cuáles son sus deberes hacia Dios tanto como hacia su esposo.
Los excesos sexuales destruyen el amor por la ejercitación devocional, le quitan al organismo la sustancia necesaria para nutrirlo, y consumen en forma efectiva la vitalidad. 

 Ninguna mujer debería ayudar al esposo en esta obra de autodestrucción. No lo hará si está iluminada y lo ama de veras...

Preservación de La Mente y El Cuerpo.
Que los hombres y las mujeres temerosos de Dios despierten al deber. Muchos profesos cristianos sufren de parálisis nerviosa y cerebral debido a la intemperancia en estos asuntos. 
 Surge una descomposición ósea y medular en muchos que son considerados como hombres buenos, que oran y lloran, que ocupan posiciones elevadas, pero cuyos esqueletos no traspasarán jamás los portales de la ciudad celestial.
¡Ojalá yo pudiera lograr que todos entendiesen la obligación que tienen ante Dios de preservar sus facultades físicas y mentales en la mejor condición posible para poder rendirle un servicio perfecto a su Creador!...

Transmisión del Vicio de Padres a Hijos.
Desde su juventud han debilitado el cerebro y extraído la savia de la constitución física por la gratificación de las pasiones animales. La abnegación y la temperancia deberían ser el santo y seña de la vida matrimonial; entonces, los hijos que trajeron al mundo no correrían el peligro de poseer órganos morales e intelectuales débiles y una naturaleza animal fuerte. 

 El vicio en los hijos ha llegado a ser casi universal.
¿No existe acaso causa para ello?
 ¿Quién les proporcionó la estampa del carácter?
¡Que Dios abra los ojos de todos para que puedan darse cuenta de que están de pie en lugares resbaladizos!

De acuerdo con el cuadro que me ha sido presentado acerca de la corrupción de hombres y mujeres que profesan piedad, he llegado a temer que perderé totalmente mi confianza en la humanidad. He podido notar que un pavoroso estupor se cierne sobre la mayor parte de la gente. Se ha tornado casi imposible incitar a los que deberían ser despertados, para que tengan un sentido adecuado del poder que Satanás ejerce sobre la mente de la gente. No se dan cuenta de la prolífica corrupción que los rodea. Satanás ha cegado su mente y los ha adormecido en la seguridad carnal.

Los fracasos de nuestros esfuerzos por instruir a otros para que entiendan los grandes peligros que acosan a las almas, me han llevado a pensar a veces que mis ideas en relación con la depravación del corazón humano son exageradas. Pero cuando confrontamos los hechos que revelan la triste deformidad de alguien que se atreve a ministrar las cosas sagradas en tanto que su corazón es corrupto, y cuyas manos manchadas de pecado han profanado los vasos del Señor, una se siente segura de que no se ha formado un cuadro demasiado grave. RH, 26 de septiembre de 1899.

Abuso de Los Privilegios Sexuales.
Que en la vida matrimonial, ambos esposos den pruebas de que uno es para el otro una ayuda y una bendición. Den debida consideración al costo de cada complacencia, intemperancia y sensualismo.

Estas complacencias no aumentan el amor,
ni ennoblecen, ni elevan. 

 Quienes se permiten las pasiones animales y gratifican la concupiscencia, estamparán sobre su posteridad, con toda seguridad, esas prácticas degradantes y la desvergüenza de su propia contaminación física y moral.- Ms 3, 1897.
Llevar al exceso lo legítimo constituye un grave pecado.- 1JT 575.
Quienes profesan ser cristianos... deberían dar debida consideración a las consecuencias de cada privilegio de la relación matrimonial, y el principio santificado debería constituir la base de toda acción.- 2T 380.

Importancia Vital de Un Buen Ejemplo.
Las pasiones animales, alimentadas y consentidas, han llegado a ser muy fuertes en este tiempo, y las consecuencias sobre la vida matrimonial son incontables males. 

 En vez de permitir que la mente se desarrolle y ejerza una energía controladora, las propensiones animales rigen sobre las facultades más elevadas y nobles hasta que éstas son colocadas bajo la sujeción de las propensiones animales. ¿Cuáles son los resultados? 
  Los delicados órganos de la mujer se gastan y enferman; el tener hijos deja de ser seguro; se abusa de los privilegios sexuales. Los hombres corrompen su propio cuerpo; y las esposas, en la cama, se convierten en esclavas de sus desordenadas concupiscencias, hasta que pierden el temor a Dios.

Ninguna otra cosa sino la verdad puede hacer o mantener sabio a un hombre. Si hay una vida inmortal que obtener, si se tiene que desarrollar un carácter santo para lograr la entrada a la presencia del Señor nuestro Dios y la compañía de los santos ángeles, entonces, ¿por qué los maestros, médicos y predicadores no actúan de acuerdo con lo que creemos por medio del ejemplo en lo que enseñan? ¿Por qué no manifiestan más celo por el Maestro?
 ¿Por qué no poseen un amor ardiente por las almas por las cuales Cristo murió?

Si el hombre ha de ser transformado en inmortal, su mente debe mantenerse en armonía con la de Dios. El verdadero discípulo en la escuela de Cristo, cuya mente actúa en armonía con la mente de Dios, no sólo se mantendrá aprendiendo constantemente, sino también enseñando y reflejando luz; enseñando por encima y lejos de los errores comunes prevalecientes en esta generación perversa y adúltera...

El cristiano debe mantenerse contemplando constantemente al Modelo e imitar el ejemplo santo de Jesús. Entonces, se permearía un espíritu de rectitud en la vida y el carácter de los demás. Si Dios fuera buscado por medio de oración persistente y humilde, y se le pidiera luz y dirección, con toda seguridad se podrían lograr descubrimientos en la conducta individual; podrían ser reprimidas las prácticas y los planes no santificados, y Jesús llegaría a ser la norma de la vida.- Ms 14, 1888.

Bajas Pasiones y Salud Mental Deficiente.
Las pasiones bajas tienen que ser estrictamente vigiladas. Cuando se deja que fluyan desordenadamente, las facultades perceptivas son atropelladas y terriblemente ultrajadas. Cuando las pasiones son consentidas, la sangre, en vez de circular por todo el organismo proporcionando descanso al corazón y clarificando la mente, es llevada en cantidades indebidas a los órganos internos. Como resultado, se manifiesta la enfermedad. La mente no puede gozar de salud hasta tanto el mal no sea localizado y remediado.- Ms 24, 1900.

Indulgencia Que Debilita Las Facultades Morales.
Dijo Pablo: "Con la mente sirvo a la ley de Dios" (Rom. 7: 25). Cuando se nubla la mente por la satisfacción de los apetitos y las pasiones animales, las facultades morales se debilitan de tal modo que lo sagrado y lo común son colocados al mismo nivel.- Carta 2, 1873; (1MCP 235).  EGW 

sábado, 19 de mayo de 2018

03. ¡PARA NO OLVIDAR NUESTRA IDENTIDAD Y LEGADO! ¡UNA DE LAS SEÑALES DEL TIEMPO DEL FIN! ¡UN 19 DE MAYO DE 1,780 SUCEDIÓ UN SUCESO TRASCENDENTAL EN LA HISTORIA!


Veinticinco Años después apareció la segunda señal mencionada en la profecía: el obscurecimiento del sol y de la luna. Lo que hacía esto aún más sorprendente, era la circunstancia de que el tiempo de su cumplimiento había sido indicado de un modo preciso. En su conversación con los discípulos en el Monte de los Olivos, después de describir el largo período de prueba por el que debía pasar la iglesia, es decir, los mil doscientos sesenta años de la persecución papal, acerca de los cuales había prometido que la tribulación sería acortada, el Salvador mencionó en las siguientes palabras ciertos acontecimientos que debían preceder su venida y fijó además el tiempo en que se realizaría el primero de éstos: "En aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor." (Marcos 13: 24.). 

Los 1260 días, o años, terminaron en 1798. La persecución había concluido casi por completo desde hacía casi un cuarto de siglo. Después de esta persecución, según las palabras de Cristo, el sol debía obscurecerse. Pues bien, el 19 de mayo de 1780 se cumplió esta profecía. "Único o casi único en su especie, por lo misterioso del hasta ahora inexplicado fenómeno que en él se verificó, . . . fue el día obscuro del 19 de mayo de 1780, inexplicable obscurecimiento de todo el cielo visible y atmósfera de Nueva Inglaterra." -R. M. Devens, Our First Century, pág. 89. 

 Un testigo ocular que vivía en Massachusetts describe el acontecimiento del modo siguiente: "Por la mañana salió el sol despejado, pero pronto se anubló. Las nubes fueron espesándose y del seno de la obscuridad que ostentaban brillaron relámpagos, se oyeron truenos y descargóse leve aguacero. A eso de las nueve, las nubes se atenuaron y, revistiendo un tinte 352 cobrizo, demudaron el aspecto del suelo, peñas y árboles al punto que no parecían ser de nuestra tierra. A los pocos minutos, un denso nubarrón negro se extendió por todo el firmamento dejando tan sólo un estrecho borde en el horizonte, y haciendo tan obscuro el día como suele serlo en verano a las nueve de la noche.... 

"Temor, zozobra y terror se apoderaron gradualmente de los ánimos. Desde las puertas de sus casas, las mujeres contemplaban la lóbrega escena; los hombres volvían de las faenas del campo; el carpintero dejaba las herramientas, el herrero la fragua, el comerciante el mostrador. Los niños fueron despedidos de las escuelas y huyeron a sus casas llenos de miedo. 

Los caminantes hacían alto en la primera casa que encontraban. ¿Qué va a pasar? preguntaban todos. No parecía sino que un huracán fuera a desatarse por toda la región, o que el día del juicio estuviera inminente. "Hubo que prender velas, y la lumbre del hogar brillaba como en noche de otoño sin luna.... Las aves se recogieron en sus gallineros, el ganado se juntó en sus encierros, las ranas cantaron, los pájaros entonaron sus melodías del anochecer, y los murciélagos se pusieron a revolotear. Sólo el hombre sabía que no había llegado la noche.... 

"El Dr. N. Whittaker, pastor de la iglesia del Tabernáculo, en Salem, dirigió cultos en la sala de reuniones, y predicó un sermón en el cual sostuvo que la obscuridad era sobrenatural. Otras congregaciones también se reunieron en otros puntos. En todos los casos, los textos de los sermones improvisados fueron los que parecían indicar que la obscuridad concordaba con la profecía bíblica.... La obscuridad alcanzó su mayor densidad poco después de las once." -The Essex Antiquarian, abril de 1899, tomo 3, No. 4, págs. 53, 54. 

 "En la mayor parte del país fue tanta la obscuridad durante el día, que la gente no podía decir qué hora era ni por reloj de bolsillo ni por reloj de pared. Tampoco pudo comer, ni atender a los quehaceres de casa sin vela prendida.... 353 "La extensión de esta obscuridad fue también muy notable. Se la observó al este hasta Falmouth, y al oeste, hasta la parte más lejana del estado de Connecticut y en la ciudad de Albany; hacia el sur fue observada a lo largo de toda la costa, y por el norte lo fue hasta donde se extendían las colonias americanas." -Guillermo Gordon, History of the Rise, Progress, and Establishment of the Independence of the U.S.A., tomo 3, pág. 57.

 La profunda obscuridad del día fue seguida, una o dos horas antes de la caída de la tarde, por un aclaramiento parcial del cielo, pues apareció el sol, aunque obscurecido por una neblina negra y densa. "Después de la puesta del sol, las nubes volvieron a apiñarse y obscureció muy pronto." "La obscuridad de la noche no fue menos extraordinaria y terrorífica que la del día, pues no obstante ser casi tiempo de luna llena, ningún objeto se distinguía sin la ayuda de luz artificial, la cual vista de las casas vecinas u otros lugares distantes parecía pasar por una obscuridad como la de Egipto, casi impenetrable para sus rayos." -Isaías Thomas, Massachusetts Spy; or American Oracle of Liberty, tomo 9, No. 472 (25 de mayo, 1780). 

 Un testigo ocular de la escena dice: "No pude substraerme, en aquel momento, a la idea de que si todos los cuerpos luminosos del universo hubiesen quedado envueltos en impenetrable obscuridad, o hubiesen dejado de existir, las tinieblas no habrían podido ser más intensas." -Carta del Dr. S. Tenney, de Exeter, N. H., diciembre de 1785 (Massachusetts Historical Society Collections, 1792, serie 1, tomo 1, pág. 97). 


 "Aunque la luna llegó aquella noche a su plenitud, "no logró en lo más mínimo disipar las sombras sepulcrales." Después de media noche desapareció la obscuridad, y cuando la luna volvió a verse, parecía de sangre". 

"El 19 de mayo de 1780 figura en la historia como el "día obscuro." Desde el tiempo de Moisés, no se ha registrado jamás período alguno de obscuridad tan densa y de igual extensión y duración". 

*La descripción de este acontecimiento que 354 han hecho los historiadores no es más que un eco de las palabras del Señor, expresadas por el profeta Joel, dos mil quinientos años antes de su cumplimiento: "El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que venga el día grande y espantoso de Jehová" (Joel 2: 31). 

Cristo había mandado a sus discípulos que se fijasen en las señales de su advenimiento, y que se alegrasen cuando viesen las pruebas de que se acercaba. "Cuando estas cosas comenzaren a hacerse -dijo,- mirad, y levantad vuestras cabezas, por que vuestra redención está cerca." 
Llamó la atención de sus discípulos a los árboles a punto de brotar en primavera, y dijo: "Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos entendéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios." (San Lucas 21: 28, 30, 31.).


¡UN MENSAJE DE ADVERTENCIA!
 ¡EL PELIGRO QUE AFRONTA Y AFRONTARÁ LA IGLESIA DE TODO LOS TIEMPOS! ¡VIVIR CONFORME ALAS REGLAS DEL MUNDO!

 Pero a medida que el espíritu de humildad y piedad fue reemplazado en la iglesia por el orgullo y formalismo, se enfriaron el amor a Cristo y la fe en su venida

Absorbido por la mundanalidad y la búsqueda de placeres, el profeso pueblo de Dios fue quedando ciego y no vio las instrucciones del Señor referentes a las señales de su venida. La doctrina del segundo advenimiento había sido descuidada; los pasajes de las Sagradas Escrituras que a ella se refieren fueron obscurecidos por falsas interpretaciones, hasta quedar ignorados y olvidados casi por completo. 

Tal fue el caso especialmente en las iglesias de los Estados Unidos de Norteamérica. La libertad y comodidad de que gozaban todas las clases de la sociedad, el deseo ambicioso de riquezas y lujo, que creaba una atención exclusiva a juntar dinero, la ardiente persecución de la popularidad y del poder, que parecían estar al alcance de todos, indujeron a los hombres a concentrar sus intereses y esperanzas en las cosas de esta vida, y a posponer para el lejano porvenir aquel solemne día en que el presente estado de cosas habrá de acabar. 

Cuando el Salvador dirigió la atención de sus discípulos hacia las señales de su regreso, predijo el estado de apostasía 355 que existiría precisamente antes de su segundo advenimiento. 

Habría, como en los días de Noé, actividad febril en los negocios mundanos y sed de placeres, y los seres humanos iban a comprar, vender, sembrar, edificar, casarse y darse en matrimonio, olvidándose entre tanto de Dios y de la vida futura. La amonestación de Cristo para los que vivieran en aquel tiempo es: "Mirad, pues, por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones sean entorpecidos con la glotonería, y la embriaguez, y los cuidados de esta vida, y así os sobrevenga de improviso aquel día." "Velad, pues, en todo tiempo, y orad, a fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre." (Lucas 21: 34, 36, V.M).

 La condición en que se hallaría entonces la iglesia está descrita en las palabras del Salvador en el Apocalipsis: "Tienes nombre que vives, y estás muerto." Y a los que no quieren dejar su indolente descuido, se les dirige el solemne aviso: "Si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti." (Apocalipsis 3:1, 3). Era necesario despertar a los hombres y hacerles sentir su peligro para inducirlos a que se preparasen para los solemnes acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de gracia. 

El profeta de Dios declara: "Grande es el día de Jehová, y muy terrible: ¿quién lo podrá sufrir?" (Joel 2: 11.) ¿Quién soportará la aparición de Aquel de quien está escrito: "Tú eres de ojos demasiado puros para mirar el mal, ni puedes contemplar la iniquidad” (Habacuc 1: 13, V.M.).
 Para los que claman: "Dios mío, te hemos conocido," y sin embargo han quebrantado su pacto y se apresuraron tras otro dios, encubriendo la iniquidad en sus corazones y amando las sendas del pecado, para los tales "será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor." (Oseas 8:2, 1; Salmo 16:4; Amós 5:20).

"Sucederá en aquel tiempo -dice el Señor- que yo registraré a Jerusalem con lámparas, y castigaré a los hombres que, como vino, están asentados sobre sus heces; los 356 cuales dicen en su corazón: ¡Jehová no hará bien, ni tampoco hará mal!" "Castigaré el mundo por su maldad, y los impíos por su iniquidad; y acabaré con la arrogancia de los presumidos, y humillaré la altivez de los terribles." "No podrá librarlos su plata ni su oro;" "y sus riquezas vendrán a ser despojo, y sus casas una desolación." (Sofonías 1: 12, 18, 13; Isaías 13: 11, V.M.). 

El profeta Jeremías mirando hacia lo por venir, hacia aquel tiempo terrible, exclamó: "¡Se conmueve mi corazón; no puede estarse quieto, por cuanto has oído, oh alma mía, el sonido de la trompeta y la alarma de guerra! ¡Destrucción sobre destrucción es anunciada!" (Jeremías 4: 19, 20, V.M.) "Día de ira es aquel día; día de apretura y de angustia, día de devastación y desolación, día de tinieblas y de espesa obscuridad, día de nubes y densas tinieblas; día de trompeta y de grito de guerra." "He aquí que viene el día de Jehová, . . . para convertir la tierra en desolación, y para destruir de en medio de ella sus pecadores." (Sofonías 1: 15, 16; Isaías 13: 9, V.M.) 

Ante la perspectiva de aquel gran día, la Palabra de Dios exhorta a su pueblo del modo más solemne y expresivo a que despierte de su letargo espiritual, y a que busque su faz con arrepentimiento y humillación: "¡Tocad trompeta en Sión, y sonad alarma en mi santo monte! ¡tiemblen todos los moradores de la tierra! porque viene el día de Jehová, porque está ya cercano." "¡Proclamad riguroso ayuno! ¡convocad asamblea solemnísima! ¡Reunid al pueblo! ¡proclamad una convocación obligatoria! ¡congregad a los ancianos! ¡juntad a los muchachos!... ¡salga el novio de su recámara, y la novia de su tálamo! Entre el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros de Jehová." "Volveos a mí de todo vuestro corazón; con ayuno también, y con llanto, y con lamentos; rasgad vuestros corazones y no vuestros vestidos, y volveos a Jehová vuestro Dios; porque él es clemente y compasivo, lento en iras y grande en misericordia." (Joel 2: 1, 15-17, 12, 13, V.M.). 357 

Una gran obra de reforma debía realizarse para preparar a un pueblo que pudiese subsistir en el día de Dios. El Señor vio que muchos de los que profesaban pertenecer a su pueblo no edificaban para la eternidad, y en su misericordia iba a enviar una amonestación para despertarlos de su estupor e inducirlos a prepararse para la venida de su Señor. 

Esta amonestación nos es presentada en el capítulo catorce del Apocalipsis. En él encontramos un triple mensaje proclamado por seres celestiales y seguido inmediatamente por la venida del Hijo del hombre para segar "la mies de la tierra." La primera de estas amonestaciones anuncia la llegada del juicio. 
El profeta vio un ángel "volando en medio del cielo, teniendo un evangelio eterno que anunciar a los que habitan sobre la tierra, y a cada nación, y tribu, y lengua, y pueblo; y dice a gran voz: ¡Temed a Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio!; ¡y adorad al que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de agua!" (Apocalipsis 14: 6, 7, V.M.).

 Este mensaje es declarado parte del "evangelio eterno." La predicación del Evangelio no ha sido encargada a los ángeles, sino a los hombres. En la dirección de esta obra se han empleado ángeles santos y ellos tienen a su cargo los grandes movimientos para la salvación de los hombres; pero la proclamación misma del Evangelio es llevada a cabo por los siervos de Cristo en la tierra. Hombres fieles, obedientes a los impulsos del Espíritu de Dios y a las enseñanzas de su Palabra, iban a pregonar al mundo esta amonestación. Eran los que habían estado atentos a la "firme . . . palabra profética," la "lámpara que luce en un lugar tenebroso, hasta que el día esclarezca, y el lucero nazca." (2 Pedro 1: 19, V.M.). 

Habían estado buscando el conocimiento de Dios más que todos los tesoros escondidos, estimándolo más que "la ganancia de plata," y "su rédito" más "que el oro puro." (Proverbios 3: 14, V.M.) Y el Señor les reveló los grandes asuntos del reino. "El secreto de Jehová es 358 para los que le temen; y a ellos hará conocer su alianza." (Salmo 25: 14.). 
Los que llegaron a comprender esta verdad y se dedicaron a proclamarla no fueron los teólogos eruditos. Si éstos hubiesen sido centinelas fieles y hubieran escudriñado las Santas Escrituras con diligencia y oración, habrían sabido qué hora era de la noche; las profecías les habrían revelado los acontecimientos que estaban por realizarse. 

Pero tal no fue su actitud, y fueron hombres más humildes los que proclamaron el mensaje. Jesús había dicho: "Andad entre tanto que tenéis luz, porque no os sorprendan las tinieblas." (Juan 12: 35).
 Los que se apartan de la luz que Dios les ha dado, o no la procuran cuando está a su alcance, son dejados en las tinieblas. Pero el Salvador dice también: "El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." (Juan 8:12, V.M.). 

Cualquiera que con rectitud de corazón trate de hacer la voluntad de Dios siguiendo atentamente la luz que ya le ha sido dada, recibirá aun más luz; a esa alma le será enviada alguna estrella de celestial resplandor para guiarla a la plenitud de la verdad. Cuando se produjo el primer advenimiento de Cristo, los sacerdotes y los fariseos de la ciudad santa, a quienes fueran confiados los oráculos de Dios, habrían podido discernir las señales de los tiempos y proclamar la venida del Mesías prometido. 

La profecía de Miqueas señalaba el lugar de su nacimiento. (Miqueas 5:2.) Daniel especificaba el tiempo de su advenimiento. (Daniel 9:25.) Dios había encomendado estas profecías a los caudillos de Israel; no tenían pues excusa por no saber que el Mesías estaba a punto de llegar y por no habérselo dicho al pueblo. Su ignorancia era resultado de culpable descuido. 

Los judíos estaban levantando monumentos a los profetas de Dios que habían sido muertos, mientras que con la deferencia con que trataban a los grandes de la tierra estaban rindiendo homenaje a los siervos de Satanás. Absortos en sus luchas ambiciosas por los honores mundanos y el poder, 359 perdieron de vista los honores divinos que el Rey de los cielos les había ofrecido. 

Los ancianos de Israel deberían haber estudiado con profundo y reverente interés el lugar, el tiempo, las circunstancias del mayor acontecimiento de la historia del mundo: la venida del Hijo de Dios para realizar la redención del hombre. Todo el pueblo debería haber estado velando y esperando para hallarse entre los primeros en saludar al Redentor del mundo. En vez de todo esto, vemos, en Belén, a dos caminantes cansados que vienen de los collados de Nazaret, y que recorren toda la longitud de la angosta calle del pueblo hasta el extremo este de la ciudad, buscando en vano lugar de descanso y abrigo para la noche. 

Ninguna puerta se abre para recibirlos. En un miserable cobertizo para el ganado, encuentran al fin un refugio, y allí fue donde nació el Salvador del mundo. Los ángeles celestiales habían visto la gloria de la cual el Hijo de Dios participaba con el Padre antes que el mundo existiese, y habían esperado con intenso interés su advenimiento en la tierra como acontecimiento del mayor gozo para todos los pueblos. Fueron escogidos ángeles para llevar las buenas nuevas a los que estaban preparados para recibirlas, y que gozosos las darían a conocer a los habitantes de la tierra. 

Cristo había condescendido en revestir la naturaleza humana; iba a llevar una carga infinita de desgracia al ofrendar su alma por el pecado; sin embargo los ángeles deseaban que aun en su humillación el Hijo del Altísimo apareciese ante los hombres con la dignidad y gloria que correspondían a su carácter. ¿Se juntarían los grandes de la tierra en la capital de Israel para saludar su venida? ¿Sería presentado por legiones de ángeles a la muchedumbre que le esperara? 

Un ángel desciende a la tierra para ver quiénes están preparados para dar la bienvenida a Jesús. Pero no puede discernir señal alguna de expectación. No oye ninguna voz de alabanza ni de triunfo que anuncie que la venida del Mesías es inminente. El ángel se cierne durante un momento sobre la ciudad 360 escogida y sobre el templo donde durante siglos y siglos se manifestara la divina presencia; pero allí también se nota la misma indiferencia. 

Con pompa y orgullo, los sacerdotes ofrecen sacrificios impuros en el templo. Los fariseos hablan al pueblo con grandes voces, o hacen oraciones jactanciosas en las esquinas de las calles. En los palacios de los reyes, en las reuniones de los filósofos, en las escuelas de los rabinos, nadie piensa en el hecho maravilloso que ha llenado todo el cielo de alegría y alabanzas, el hecho de que el Redentor de los hombres está a punto de hacer su aparición en la tierra. 

No hay señal de que se espere a Cristo ni preparativos para recibir al Príncipe de la vida. Asombrado, el mensajero celestial está a punto de volverse al cielo con la vergonzosa noticia, cuando descubre un grupo de pastores que están cuidando sus rebaños durante la noche, y que al contemplar el cielo estrellado, meditan en la profecía de un Mesías que debe venir a la tierra y anhelan el advenimiento del Redentor del mundo. Aquí tenemos un grupo de seres humanos preparado para recibir el mensaje celestial. Y de pronto aparece el ángel del Señor proclamando las buenas nuevas de gran gozo.

 La gloria celestial inunda la llanura, una compañía innumerable de ángeles aparece, y, como si el júbilo fuese demasiado para ser traído del cielo por un solo mensajero, una multitud de voces entonan la antífona que todas las legiones de los rescatados cantarán un día: "¡Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz; entre los hombres buena voluntad!" (San Lucas 2: 14, V.M.).

 ¡Oh! ¡qué lección encierra esta maravillosa historia de Belén! ¡Qué reconvención para nuestra incredulidad, nuestro orgullo y amor propio! ¡Cómo nos amonesta a que tengamos cuidado, no sea que por nuestra criminal indiferencia, nosotros también dejemos de discernir las señales de los tiempos, y no conozcamos el día de nuestra visitación! 

No fue sólo sobre los collados de Judea, ni entre los humildes pastores, donde los ángeles encontraron a quienes velaban 361 esperando la venida del Mesías En tierra de paganos había también quienes le esperaban; eran sabios, ricos y nobles filósofos del oriente. 

Observadores de la naturaleza, los magos habían visto a Dios en sus obras. Por las Escrituras hebraicas tenían conocimiento de la estrella que debía proceder de Jacob, y con ardiente deseo esperaban la venida de Aquel que sería no sólo la "consolación de Israel," sino una "luz para iluminación de las naciones" y "salvación hasta los fines de la tierra." (Lucas 2: 25, 32; Hechos 13: 47, V.M.). Buscaban luz, y la luz del trono de Dios iluminó su senda. Mientras los sacerdotes y rabinos de Jerusalén, guardianes y expositores titulados de la verdad, quedaban envueltos en tinieblas, la estrella enviada del cielo guió a los gentiles del extranjero al lugar en que el Rey acababa de nacer. 

Es "para la salvación de los que le esperan" para lo que Cristo aparecerá "la segunda vez, sin pecado." (Hebreos 9: 28, V.M.) Como las nuevas del nacimiento del Salvador, el mensaje del segundo advenimiento no fue confiado a los caudillos religiosos del pueblo. No habían conservado éstos la unión con Dios, y habían rehusado la luz divina; por consiguiente no se encontraban entre aquellos de quienes habla el apóstol Pablo cuando dice: "Vosotros, empero, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día a vosotros os sorprenda como ladrón: porque todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; nosotros no somos de la noche, ni de las tinieblas." (1 Tesalonicenses 5: 4, 5, V.M.).

*Los centinelas apostados sobre los muros de Sión deberían haber sido los primeros en recoger como al vuelo las buenas nuevas del advenimiento del Salvador, los primeros en alzar la voz para proclamarle cerca y advertir al pueblo que se preparase para su venida. Pero en vez de eso, estaban soñando tranquilamente en paz, mientras el pueblo seguía durmiendo en sus pecados. 

Jesús vio su iglesia, semejante a la higuera estéril, cubierta de hojas de presunción y sin embargo carente de rica fruta. Se observaban con jactancia las formas de 362 religión, mientras que faltaba el espíritu de verdadera humildad, arrepentimiento y fe, o sea lo único que podía hacer aceptable el servicio ofrecido a Dios. 

En lugar de los frutos del Espíritu, lo que se notaba era orgullo, formalismo, vanagloria, egoísmo y opresión. 

Era aquélla una iglesia apóstata que cerraba los ojos a las señales de los tiempos. Dios no la había abandonado ni había dejado de ser fiel para con ella; pero ella se alejó de él y se apartó de su amor. Como se negara a satisfacer las condiciones, tampoco las promesas divinas se cumplieron para con ella. 

Esto es lo que sucede infaliblemente cuando se dejan de apreciar y aprovechar la luz y los privilegios que Dios concede. A menos que la iglesia siga el sendero que le abre la Providencia, y aceptando cada rayo de luz, cumpla todo deber que le sea revelado, la religión degenerará inevitablemente en mera observancia de formas, y el espíritu de verdadera piedad desaparecerá. 

Esta verdad ha sido demostrada repetidas veces en la historia de la iglesia. Dios requiere de su pueblo obras de fe y obediencia que correspondan a las bendiciones y privilegios que él le concede. 

La obediencia requiere sacrificios y entraña una cruz; y por esto fueron tantos los profesos discípulos de Cristo que se negaron a recibir la luz del cielo, y, como los judíos de antaño, no conocieron el tiempo de su visitación. (Lucas 19:44.) A causa de su orgullo e incredulidad, el Señor los dejó a un lado y reveló su verdad a los que, cual los pastores de Belén y los magos de oriente, prestaron atención a toda la luz que habían recibido. 
(El Conflicto de Los Siglos Por Ellen White Paginas 351-362).  

jueves, 17 de mayo de 2018

030. ¡UN SERVICIO ACEPTABLE Y APROBADO! ¿SÓLO SI SE DA EL CIEN POR CIENTO?


14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 

19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. 

20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 

22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 

24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 

28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 
29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 
Mt. 25:31-46.

*Siempre que he leído esta parábola, me he preguntado por qué el que recibió solo un talento ¿lo enterró, lo escondió? 

 Y en relación a los que recibieron 5, 2 talentos. 
¿Lo multiplicaron cien veces más? Entonces te estarás preguntando: ¿cómo puedo estar enterrando mis dones y talentos? O ¿Cómo duplicarlo al ciento por ciento? 

*RECUERDA: Dios solo aceptará y permitirá el acceso a su presencia por la eternidad, a aquellos siervos que utilizaron bien los dones que recibieron.

 ¿Ya sabes, ya identificaste los dones que tienes? 

Según la parábola leída, toda persona mínimamente tiene un talento. 

 En Rom. 12, 1Cor. 12. Se habla de dones espirituales, que recibimos al nacer de nuevo en la familia de Dios. Dones que se multiplican al ser usados en beneficiar a la humanidad, como tal reciben la aprobación de Dios. O al ser descuidados reciben su desaprobación. Mt. 25:31-46.

 *En éste mundo, hay más dones de lo que menciona el registro sagrado, de una manera clara y directa, según los textos mencionados. Pero si ahondamos en nuestra comprensión, veremos que el don más importante que recibimos de Dios, "Es el don de la vida". 
 Mientras reconozcamos de dónde venimos, sabremos vivir agradando a aquel que nos creó, y sentiremos su presencia en todo momento; hablándonos por medio de su Espíritu Santo “Nuestro Maestro y Guía” 

 Los siervos que vencieron, fueron aquellos que vivieron recordando en todo momento, que todo lo que poseían era del Señor, que partió lejos de la hacienda. Y que era un honor y privilegio recibir la confianza depositada al recibir los tesoros de su amo. 

 ¿Cómo estás viviendo hoy? 
¿reconoces al Señor que te legó, los tesoros que tienes? ¿Cómo va el proceso de multiplicación de esos dones? ¿O vives escondiéndolos? 

 Para Dios eres muy valioso (a). Haz una evaluación de tu vida, y levántate y sigue hasta la victoria final. Que el Señor despierte los dones que depositó en ti, para que lo honres hoy. 

RECUERDA : “Toda promesa de Dios tiene ciertas condiciones. Si estamos dispuestos a hacer su voluntad, toda su fuerza nos pertenece. Cualquier don que nos prometa se encuentra en la promesa misma. "La semilla es la palabra de Dios". *Luc. 8:11. 
Tan ciertamente como se encuentra la semilla del roble en la bellota. se encuentra el don de Dios en su promesa. Si recibimos la promesa, recibimos el don. 
La fe que nos capacita para recibir los dones de Dios, es en sí misma un don del cual se imparte una porción a cada ser humano. Aumenta a medida que se la usa para asimilar la Palabra de Dios. A fin de 254 fortalecer la fe debemos ponerla a menudo en contacto con la Palabra”. EGW ED 

 ¡Que Dios te bendiga y multiplique los dones que te confió, hasta aquel día, en que recibas su aprobación y bienvenida a su reino! Amen. MHP

lunes, 7 de mayo de 2018

029. ¡EL DON DE PROFECÍA Y EL DON DE LENGUAS EN 1CORINTIOS 14!


¿POR QUÉ EL DON DE PROFECÍA ES MAYOR QUE EL DON DE LENGUAS? ¿POR QUÉ EL DON DE LENGUAS DE CORINTO ERA MUY DIFERENTE AL DON DE LENGUAS DEL PENTECOSTÉS DE HECHOS 2?  

1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. 2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. 
1Cor. 14. 

 *1. Seguid. Gr. diókÇ, "perseguir"; "buscar". 
Los corintios fueron instados a emplear todo la diligencia posible para sentir amor y crecer en él. Antes de emprender un análisis del don de lengua, Pablo presenta una exhortación final y urge acerca del camino más excelente que él ensalza y describe tan vívidamente en el cap. 13.

 Amor. Gr. agáp'' (ver com. cap. 13: 1). 
Procurad. Gr. z'lóÇ, "ser celoso por". Ver com. cap. 12: 31, donde aparece el mismo verbo. 

*PROFECÍA.
Es decir, la facultad de hablar con autoridad de parte de Dios, o en el nombre de Dios, ya sea para predecir acontecimientos futuros o para declarar la voluntad de Dios para el presente (ver Exo. 3: 10, 14: 15, Deut. 18: 15, 18: 9-2 Sam. 23: 2; Mat. 11: 9-10; 2 Ped. 1: 21). 

La profecía es el medio elegido por Dios para comunicarse con el hombre (ver Núm. 12: 6; Amós 3: 7). La Biblia ha llegado hasta los hombres por medio de este don (ver 2 Tim. 3: 16; 2Ped. 1: 20-21).

 Las Escrituras testifican de Jesús, y el don de profecía es apropiadamente llamado "el testimonio de Jesús" (Apoc. 19: 10; cf.  Juan 5: 39; Apoc. 12: 17). 

El don de profecía se manifiesta por medio de visiones, o sueños, o una inspiración especial que llega a la mente (ver Núm. 12: 6; Apoc. 1: 1-3); y entonces el instrumento humano se convierte en el portavoz de Dios (ver 2 Sam. 23: 2; Mat. 3: 3; 2 Ped. 1: 21). Dios tenía el propósito de que este importante don del Espíritu estuviera con su iglesia hasta el fin del tiempo (ver Joel 2: 28-29; Apoc. 12: 17; 19: 10). 

*En realidad, debe ser la señal para identificar a la verdadera iglesia de Dios en los últimos días (Apoc. 12: 17; 19: 10).  Esto es muy razonable, porque Dios siempre ha estado usando este medio para revelarse e impartir sus mensajes al mundo desde la caída de Adán).

 *En el cap. 14, Pablo contrasta el don de profecía con el de lenguas, demostrado que el primero es más amplio beneficio 
para un número mayor de personas. 
Los corintios ensalzaban en el don de lenguas por encima del de profecía (Como Sucede Hoy), 
sin duda por su naturaleza espectacular. 
Algunos quizá despreciaban la profecía, como parece haber sido el caso en Tesalónica 
(1Tes. 5:20). 
 *Pablo insta a los corintios a seguir el amor que impulsa a los hombres a procurar los dones que pueden beneficiar tanto a otros como a ellos mismos. 

 *Los hombres no deben procurar los dones para ensalzarse en alguna forma, sino para poder servir mejor a Dios y ayudar más a la iglesia 
(ver Hech. 8:18-22; 19:13-17). 

 *3 PERO EL QUE PROFETIZA habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. 4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 1Cor. 14. 

 * EL QUE PROFETIZA (Edifica. Exhorta Y Consuela) Es decir, el que habla bajo la influencia de la inspiración. El profeta hablaba bajo al influencia de la inspiración. El profeta hablaba en un lenguaje conocido por aquellos que lo oían. Sus servicios proporcionaban bendiciones y enseñanzas a la iglesia, mientras que el que hablaba en una lengua extraña sólo se fortalecía a sí mismos (ver. 4). 

 *A los hombres. Profeta es el que el llamado por Dios para ser el agente mediante el cual se han de revelar a otros los misterios divinos (ver Isa. 6: 9; Jer. 1: 5-7; Joel 1: 1-2; etc.). 
 *Edificación. Los mensajes de los profetas servían para fortalecer y edificar la experiencia del cristiano en etapas progresivas. *Exhortación. Gr. parákl'sis, "admonición", "consuelo", "estímulo". La palabra del mismo origen, parákl'tos, es el nombre que se da al Espíritu Santo en Juan 14: 16, 26; 15: 26; 16: 7. en cuanto al significado del nombre, ver com. Juan 14: 16. *Consolación. Gr. paramuthía, cuyo significado es casi idéntico al de parákl'sis (exhortación). 

 * LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA - DEBE SER LA META DE DESEAR TENER DONES. 
No hay nada malo en desear dones espirituales. Dios quiere que sus hijos sean bendecidos de esa manera, pero el gran propósito de todo derramamiento del Espíritu -a saber, la edificación de la iglesia- debe ser la meta deseo de tener dones. No se deben procurar egoístamente los dones para ensalzarse y satisfacer la ambición personal de dominar a nuestros prójimos. 

 * EL QUE HABLA LENGUA EXTRAÑA (Se Edifica A El Mismo, Debía Usarse En Privado, Personal).
"Lenguas" ( BC, BJ, NC). Literalmente " en lengua". 
El adjetivo "extraña" ha sido añadido. 

A sí mismo se edifica. Este don cumplía, por lo tanto, una función útil y tenía su lugar, pero no en asambleas públicas a menos que estuviera presente un intérprete (vers. 5, 19). Debiera notarse que como en ese tiempo había pocos ejemplares de las Escrituras del AT, habría sido más necesario que hubiera relaciones personales de la verdad divina (ver. 4).

EDIFICA A LA IGLESIA. 
El profeta recibe relaciones divinas, pero es sólo el medio por el cual esas revelaciones son impartida a la iglesia para que sea edificada. 

 *5 ASÍ QUE, QUISIERA que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. 
1Cor. 14

 *QUISIERA QUE TODOS VOSOTROS HABLASEIS EN LENGUAS. Para que no fuera acusado de menospreciar indebidamente algún don del Espíritu, Pablo expresó el deseo de que todos los creyentes pudieran hablar en lenguas. Era un don importante, y tenía que desempeñar una parte destacada en la obra de la iglesia. Sin embargo, este don no debía opacar al don de profecía, que era menos espectacular, pero más importante.

 *PORQUE MAYOR ES EL QUE PROFETIZA. 
El don de profecía, era mayor debido a su valor para la iglesia, y más personas se beneficiaban con él que con el don de lenguas. Los dones del Espíritu debieran ser evaluados de acuerdo con su utilidad más que por su naturaleza espectacular. 

 *6 AHORA PUES, HERMANOS, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? 7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? 1Cor. 14. 

 *SI YO VOY A VOSOTROS HABLANDO EN LENGUAS DE QUE APROVECHA SI NO VA CON REVELACIÓN, CIENCIA, PROFECÍA O DOCTRINA.
Pablo afirma que hablaba en lenguas más que los corintios (vers. 18). Revelación. Gr. apokálupsis, "quitar lo que cubre", "quitar un velo". Aquí se refiere a la acción de Dios al revelar a los hombres lo que no puede ser descubierto por las facultades naturales de la mente. 
Con ciencia. Pablo quizá se refiera al don conocido como "palabra de sabiduría" (ver com. cap. 12: 8). 
Con profecía. Es difícil distinguir entre "profecía" y "revelación", pues el profeta habla por revelación . Pablo quizá esté distinguiendo entre nuevas revelaciones de la verdad y declaraciones inspiradas que adaptan verdades conocidas a aplicaciones específicas. La primera podría referirse al contenido; la segunda, a los medios de presentarlo.
 Doctrina. Gr. didaj', Literalmente "enseñanza". Instruir era la obra de los que recibían en don de ser "maestros" (ver cap. 12: 29). 

 * AUN LOS INSTRUMENTOS INANIMADOS, si tienen que reproducir el lenguaje de la música, influyendo así en las emociones de sus oyentes, deben hacer una distinción en los sonidos que producen. Deben estar controlados por la leyes reconocidas del tono y el ritmo, y de los intervalos de la escala y la medida; de lo contrario, los sonidos que producen no tienen el efecto deseado. 

 *8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? 9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. 10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. 11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí. 12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. 1Cor. 14. 

8 Trompeta. Puede verse una descripción de los antiguos cuernos y trompeta en el t. III, pp. 42-43. El lenguaje de la trompeta era inteligible para el ejército; pero si el que la tocaba no daba un sonido claro, podía producirse una confusión, y el ejército no sabía si debía iniciar la batalla o no. 
 9. Lengua. Aquí probablemente se refiere al órgano del habla y no al don puesto en práctica. Este versículo sería una ilustración adicional a lo dicho en los vers. 7-8. Al aire. Es decir, sin producir efecto. 
 10. Idiomas. Gr. fÇné, "tono", "sonido", "voz". 
En el contexto parece preferible la traducción "idiomas". Los idiomas ("lenguas" BJ, BC) se hablan con la intención de hacerse entender por los oyentes. Tienen el propósito de ser útiles y no de hacer ostentación con ellos. 
 11. Extranjero. Gr. bárbaros, "bárbaro". 
Término usado para referirse a uno que no era griego, o que estaba fuera de la esfera del idioma o la cultura de los griegos. Aquí se usa para persona que habla un idioma extranjero. 
 12. Dones espirituales. Literalmente "espíritus". Las diferentes manifestaciones del poder espiritual se presenta aquí como espíritus. 
Edificación. No hay nada malo en desear dones espirituales. 
Dios quiere que sus hijos sean bendecidos de esa manera, pero el gran propósito de todo derramamiento del Espíritu -a saber, 
la edificación de la iglesia- debe ser la meta deseo de tener dones. No se deben procurar egoístamente los dones para ensalzarse y satisfacer la ambición personal de dominar a nuestros prójimos. 

 *13 POR LO CUAL, EL QUE HABLA en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. 1 Cor. 14. 

 13. Lengua extraña. Literalmente "lengua". El adjetivo "extraña" ha sido añadido. Interpretarla. Ver com. vers. 5. 
 14. Lengua desconocida. Sólo "lengua". 
 Mi espíritu ora. El don de lenguas se manifestaba bajo la influencia del Espíritu. Los misterios divinos se manifestaban "por el Espíritu" (cf. com. vers. 2). Esta experiencia probablemente era similar a la de un profeta "en visión" (ver com. Apoc. 1: 10).

Entendimiento. Gr. nóus, "mente". 
Sin fruto. Esta frase se ha entendido de dos maneras: (1) La oración no tiene fruto porque no es entendida por los oyentes, y por lo tanto no beneficia. (2) La mente no se emplea en forma consciente -en su forma parcial o total- mientras se utiliza el don, como en el caso de un profeta en visión. 

 15. ¿Qué, pues? ¿Qué es lo correcto que yo haga? Una forma similar de expresión se encuentra en Rom. 3: 9; 6: 15. 
 Con el espíritu. Es decir, en estado de éxtasis (ver com. vers. 2). También con el entendimiento. O "con la mente" (BJ, BC, NC). Esta combinación se daría si el que habla una lengua pudiera al mismo tiempo interpretarla (ver coro. vers. 5). 
La interpretación sería en el idioma de los oyentes. 
 16. Simple. "No iniciado" (BJ). Gr. idiótes, sin conocimiento profesional, inexperto, ignorante". Según el contexto, parece referirse al que es "ignorante" en lo que se refiere al don de lenguas. Si el que puede hablar en lenguas empleara esa facultad en la iglesia sin la correspondiente interpretación, el resto de los presentes no podría tomar parte en el culto. Así quedarían privados de compartir las bendiciones del servicio. 

 Amén. Gr. amén, del Heb. 'amen, que significa "firme", "establecido" (ver com. Mat. 5: 18). Cuando la palabra es usada por una congregación al terminar un sermón o una oración, expresa aprobación de lo que se ha dicho (ver 1 Crón. 16: 36; Neh. 5: 13; 8: 6). Una congregación también dice "amén" al terminar una oración, para indicar confianza en que será oída (ver Deut. 27: 15-26; Neh. 8: 6). Se daba mucha importancia a esta práctica. 
 Esto está comprobado por las afirmaciones de algunos de los rabinos. Por ejemplo: "Mayor es el que responde, amén, que el que pronuncia la bendición" (Talmud Berakoth 53b).

 "Al que responde: 'Amén, bendito sea el gran nombre de él' con toda su fuerza, se le deshecha su sentencia decretada".
 "Al que responde 'Amén' con toda su fuerza, se le abren las puertas del paraíso" (T. Shabbathi 119b). Si la palabra se usaba sin la debida consideración, era llamada un "Amén 'huérfano'" (T. Berakoth 47a).  
En la sinagoga era común responder con un "amén", costumbre que fue adoptada por la iglesia cristiana primitiva (ver Justino Mártir, Primera apología 65; Tertuliano, De Spectaculis 25). 

 17. Bien. O "tu acción de gracias es excelente" (BJ). Para que no se pensara que el que alababa a Dios con oración o canto mediante el don especial de lenguas, se presentaba ante Dios en forma inaceptable, Pablo dice claramente que un culto tal es bueno y correcto. No edificaba a la iglesia, pero sí al que así alaba (vers. 4). 

 *18 DOY GRACIAS a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida. 1Cor. 14. 

 18. Doy gracias a Dios. Debe reconocerse a Dios como el que prodiga el don de lenguas. Este versículo demuestra que Pablo no empequeñecía ni despreciaba el don de lenguas. Más que todos vosotros. Sin embargo, la Biblia no registra ejemplos de que el apóstol empleara ese don. 

 19. Iglesia. Gr.ekkl'sía (ver com. Mat. 18: 17). No se hace referencia al edificio en el que se celebraban las reuniones de los cristianos, sino al conjunto organizado de los creyentes, sin tener en cuenta el lugar en el que pudieran reunirse. 
 Cinco palabras. En el NT suele usarse el número "cinco" como un número redondo para significar "pocos". Se habla de cinco pajarillos (Luc. 12: 6), cinco en tina familia (vers. 52), cinco yuntas de bueyes (cap. 14: 19), etc. 

 Con mi entendimiento. O "con mi mente" (BJ), es decir, en una forma diferente a la de las "lenguas", a fin de que fuera comprensible para otros. 
 Enseñar. Gr. kat'j'Ç, "instruir oralmente", "enseñar con palabras de la boca". De este vocablo deriva "catecismo", que originalmente significaba instrucción oral, como en el caso de los dogmas de la fe. Es mejor dar una breve exhortación en la iglesia, como lo indican las "cinco palabras", si es para edificación, que un largo discurso que no es comprendido por los oyentes, y que no sirve para instruirlos. 
 Lengua desconocida. Sólo "lengua". 
El adjetivo es interpretación, aunque correcta. 

 *20 HERMANOS, NO SEÁIS NIÑOS en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. 1Cor. 14. 

 *20. Hermanos. Forma habitual en Pablo para exhortar
 (ver com. cap. 1: 10). 
Niños. Los corintios se gloriaban mucho de su sabiduría (cap. 1:20; 8: 1-2). Se regocijaban por sus adquisiciones intelectuales, pero se comportaban puerilmente en relación con los dones del Espíritu. 
 Se interesaban más en los dones que eran de una naturaleza espectacular -como el de lenguas- que en los que actuaban en forma más discreta, y que sin embargo eran más eficaces para la iglesia, como el don de la profecía. 
 Con su conducta estaban poniendo a un lado esa inteligencia superior de la que se gloriaban, y descendían al nivel de la niñez porque apreciaban las cosas por su apariencia externa. 
*Hay muchas cosas triviales que ocupan el tiempo y la atención de los cristianos, mientas que excluyen otras dignas de prestarles pensamiento y acción. 
 Muchos asuntos aparentemente muy importantes serán reconocidos como juegos de niños cuando los hombres se enfrenten a las realidades del juicio. 

 Sed niños. Gr. n'piázÇ, "ser infantes". Esta palabra indica una condición más infantil que paidíon, la palabra que se traduce como "niños" en la oración inmediata anterior. Sugiere que el cristiano que realmente ha nacido de nuevo no conocerá por experiencia la corrupción moral del mundo. Esa inocencia en cuanto a la "malicia" probablemente es parte de lo que Jesús tenía en cuenta cuando afirmó que el ser como niños es esencial para todos los que quieran entrar en el cielo (ver Mat. 18: 3). 

Malicia. Gr. kakía, "maldad", "impiedad", "depravación", "malignidad". Respecto a esta cualidad, los niñitos pueden ser considerados como los más inocentes. Esta es la actitud que se verá en todos los que están llenos del espíritu de Jesús.
 Maduros. Gr. téleios, "plenamente crecidos", "maduros", "de edad plena". Demostrad con vuestro pensamiento que sois adultos. 

 *21. Ley. Gr. nómos. Aquí se refiere evidentemente a todo el AT (ver com. Juan 10: 34).
 Está escrito. La cita es de Isa. 28: 11, pero sólo concuerda lejanamente con el texto hebreo o con la LXX. El pasaje original es una amonestación para Israel debido a su incredulidad y trato despreciativo a los mensajeros de Dios. Parece que preguntaron en son de burla si debían ser tratados como niñitos, por habérseles repetido ruidosamente en los oídos -como se enseñaba a los niñitos- el "línea sobre línea" y el "mandamiento tras mandamiento". Dios contestó mediante el profeta que, debido a que habían despreciado una enseñanza tan sencilla, serían instruidos mediante un pueblo extranjero de idioma diferente. 

 Esta es una referencia a las naciones gentiles, particularmente Asiria y Babilonia, por las cuales los judíos fueron llevados en cautiverio. Los judíos, ya cautivos, sólo oirían un idioma que para ellos sería ininteligible y bárbaro. 
 *Sin embargo, parece que al usar Pablo este pasaje del AT, está destacando que así como Dios antiguamente usó otros idiomas con un propósito, así también ahora usa el don de lenguas para cumplir un propósito importante en la era cristiana. 

 *22 ASÍ QUE, LAS LENGUAS son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 1Cor. 14. 

 22. Así que. Estas palabras unen estrechamente el párrafo que sigue con la observación anterior. Así como Dios antiguamente usó a los asirios y babilonios para convencer a los israelitas incrédulos, así también ahora usa el don de lenguas para convencer a los incrédulos y a los lentos en la fe que el mensaje evangélico tiene el sello del cielo. Un ejemplo de esto podría ser el descenso del Espíritu Santo sobre los que estaban reunidos en la casa de Cornelio (Hech. 10: 24, 44-47). 

*Señal. El don de lenguas era una señal para los incrédulos. Esto no significa que en el momento en que se aceptaba la fe el don ya no cumplía una función útil. Dejaba de ser una "señal", pero podía continuar para la edificación del creyente (ver com. vers. 4). 
 A los creyentes. La profecía edifica a la iglesia y tiene el propósito de robustecer al conjunto de creyentes (vers. 2-4). Es una señal de la presencia continua de Dios en la iglesia. 

 * 23 SI, PUES, TODA LA IGLESIA SE REÚNE EN UN SOLO LUGAR, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros. 1Cor. 14. 

 *23. Se reúne. El caso que aquí se presenta es para ilustrar el uso pervertido del don de lenguas. Ese don tenía el propósito de ser una señal para los incrédulos (vers. 22), pero el don tenía el efecto opuesto cuando ocurría, como en el caso de Corinto, en que todos hablaban al mismo tiempo. 
 Indoctos. Gr. idiót's (ver com. vers. 16). 
Aquí la palabra parece referirse a personas que no estaban familiarizadas con el fenómeno del don de lenguas. 
 Incrédulos. Los tales podrían ser judíos o paganos. La mención de incrédulos muestra que algunos no cristianos asistían a las reuniones cristianas. Quizá acudían movidos por la curiosidad o por el deseo de conocer algo de la religión cristiana. A semejanza de los "indoctos", tampoco podrían comprender lo que se estaba llevando a cabo. 

 Locos. Del verbo griego máinomai, "estar fuera de sí".
Esta palabra también aparece en Juan 10: 20; Hech. 12: 15; 26: 24-25. La confusión resultante de la situación mencionada no podía reflejar idea alguna de verdad o santidad a los forasteros o visitantes que pudieran estar presentes. Por el contrario, daría una idea equivocada del cristianismo, creando la impresión de que era una religión de confusión y desatinos. 

 24. Todos profetizan. Aquí se hace contrastar el efecto de una manifestación del don de profecía sobre los creyentes y las personas ignorantes, con el de una manifestación confusa de lenguas. El que profetiza habla en un idioma conocido por la congregación. Por todos es convencido. 
Mejor "convencido de pecado por todos". El Espíritu Santo convence de pecado (ver com. Juan 16: 8); en este caso, mediante los mensajes de los que profetizaban. 

 *25. Se hace manifiesto. Ya fuera porque la conciencia se despertaba y el Espíritu Santo revelaba los verdaderos designios y motivos del corazón, o mediante la revelación de acciones secretas acerca de los forasteros presentes en la reunión, revelación hecha por la inspiración del Espíritu Santo. 
La revelación de los secretos de la vida de la samaritana fue lo que produjo la convicción de que Jesús era un profeta. 
(Juan 4: 19; cf. vers. 29). 
 Postrándose. Postura de adoración común en el antiguo Medio Oriente. 
Declarando. Gr. apaggéllÇ, "declarar", "anunciar". 
Su mensaje es el opuesto del que daban los forasteros que asistían a reuniones donde había una exhibición desordenada de lenguas (vers. 23). 
La convicción íntima causada por el poderoso testimonio de los que tienen el don de profecía, cuando cada uno presenta clara, lógica y persuasivamente la fase especial de revelación que le impartió el Espíritu, impele al "incrédulo" o "indocto" a confesar su fe en el poder de Dios. 

 *26 ¿QUÉ HAY, PUES, HERMANOS? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 
27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. 1Cor. 14. 

 *26. ¿Qué hay? Es decir, ¿cuál es, pues, la deducción que se debe sacar de lo que ha sido dicho? ¿Qué se debe hacer?  
Cada uno. Pablo no quiere decir que cada persona poseía todos los diversos dones aquí enumerados, sino que todos los dones estarían en la iglesia al mismo tiempo, distribuidos entre los diversos miembros de acuerdo con la sabiduría y la voluntad de Dios (ver cap. 12: 6, 11). 

 Tiene salmo. Es decir, tiene la capacidad de expresar de una manera extraordinaria uno de los sagrados himnos que se encuentran en el libro de los Salmos. O un creyente podría ser inspirado a componer un himno de alabanza y a cantarlo en la reunión (cf. Exo. 15: 20-21; Juec. 5: 1; Luc. 2: 25-32). 

 Doctrina. O "enseñanza" (ver com. vers. 6). 
 Revelación. Probablemente sea una referencia a uno que tiene el don de profecía. Es una comunicación que procede de Dios para beneficio de la congregación. 
Interpretación. Se necesitaba un don especial para interpretar los mensajes impartidos (cf. cap. 14:27-28; Nota Adicional del cap. 14).
Edificación. Cf. vers. 3-5. Ver com. vers. 12. 

 *27. Lengua extraña. Literalmente "en lengua". 
 Uno interprete. Ver com. cap. 12:10; 14:5. Una persona quizá podía interpretar todo lo que era dicho por los que hablaban en lenguas. 

*28. Calle. Esto demuestra que el que recibía el don de lenguas tenía cierto control de la manifestación del don (cf. com. vers. 32). Para sí mismo. Es indudable que el propósito principal del don, tal como se manifestaba en Corinto, era la edificación personal (ver Nota Adicional al fin de este capítulo). 

 *29 ASIMISMO, LOS PROFETAS hablen dos o tres, y los demás juzguen. 30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. 31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, 1Cor. 14. 

 *29. Dos o tres. El consejo para los profetas es similar al que se da a los que recibían el don de lenguas. El propósito del consejo es evitar confusión (cf. vers. 33). 
Los demás. Para la identificación de "los demás", vºer com. "juzguen". 
 Juzguen. Gr. diakrínÇ, "discriminar", "discernir". Algunos creen que "los demás" se refiere a otros miembros de la iglesia que tenían el don de profecía y también el don de discernimiento, que debían evaluar las expresiones de los profetas que hablaban y determinar si sus mensajes procedían de Dios o eran inspirados por algún otro poder (cf. 1; Tes. 5: 21; 1 Juan 4: 1). 
Jesús advirtió a la iglesia que habría muchos "falsos profetas" que se levantarían y procurarían engañar a los creyentes, y la iglesia siempre debe estar en guardia contra ellos, especialmente a medida que se acerca el fin (ver Mat. 24: 5, 11, 24; 2: 787 Tes. 2: 9-11).

*Otros creen que el consejo de Pablo se dirige a los oyentes, cuyo deber era dar una debida aplicación del mensaje a su caso individual. 

 30. *Fuere revelado. Dios es el que da la revelación al que está en la congregación. Respetando la nueva revelación, el que hablaba en ese momento debía callarse. Los profetas debían hablar por turno 
(vers. 31). 
*Estuviere sentado. Esto indica que la congregación estaba sentada. El que dirigía a la congregación sin duda estaba de pie (cf. com. 
 Luc. 4: 16). 

 *31. Profetizar todos. Si se observaba el orden debido en la reunión, y cada uno se dirigía a la iglesia por turno, sería posible que todos los que se sintieran impulsados a hacerlo presentaran la verdad que les había sido revelada. 
 Todos sean exhortados. Los mensajes combinados proporcionarían la debida enseñanza para todos. Un miembro podría recibir ánimo y ayuda escuchando a determinado orador, mientras que otros exhortarían aceptablemente a otros miembros de la congregación, y en esa forma todos serían edificados. 

*32. Sujetos a los profetas.
Es evidente que había algunos que pretendían que no podían quedar callados cuando estaban bajo la inspiración del Espíritu Santo. 
 Pablo refuta categóricamente esa pretensión. Los verdaderos profetas dominaban sus pensamientos y podían hablar o permanecer en silencio a voluntad. La inspiración no elimina la individualidad y la libre elección. El ser humano expresa en su propio estilo y pensamientos las verdades que le han sido reveladas (ver CS 7-9). 

 *33. Confusión. Dios no es desordenado ni produce desorden, desunión, discordia o confusión. El verdadero culto de Dios no produce desórdenes de ninguna clase. 
Este versículo presenta un principio general que rige en el cristianismo, y que se deriva de la naturaleza de Dios. El es Dios de paz, y no se debe enseñar que podría complacerse con un culto caracterizado por confusión de ninguna clase (ver Rom. 15: 33; 16: 20, 1 Tes. 5: 23; Heb. 13: 20). El cristianismo tiende a promover el orden (1 Cor. 14: 40).
Nadie que es dócil a la conducción del Espíritu Santo estará dispuesto a participar en escenas de desorden y confusión como las que resultarían si varias personas hablaran en lenguas o profetizaran al mismo tiempo. 

El que rinde culto está dispuesto a expresar su amor y gratitud a Dios en oración y testimonio, pero lo expresa con seriedad, delicadeza y un genuino respeto por el mantenimiento del orden en la casa de Dios, y no con un deseo de interrumpir y perturbar el decoro del culto de Dios. 

 Todas las iglesias. Pablo hace notar que el principio de una conducta ordenada en el culto a Dios prevalecía en todas las iglesias y, por lo tanto, debía ser aceptado también en Corinto. 
 Dios es el autor de la paz en todos los lugares, y los que verdaderamente creen en él procuran preservar la paz cuando lo adoran, dominando cualquier deseo de autoensalzamiento mediante una exhibición inoportuna de los dones del Espíritu dados a ellos. La parte final de este versículo se relaciona con el vers. 34 en la RVR: "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen". Esto concuerda con la traducción de la BJ, BC y NC. No se puede definir con certeza a cuál declaración se refieren las palabras "como en todas las iglesias de los santos". 

 *36 ¿ACASO HA SALIDO DE VOSOTROS LA PALABRA DE DIOS, o sólo a vosotros ha llegado? 37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore. 39 Así que, hermanos, procurad profetizar, 
y no impidáis el hablar lenguas; 
40 pero hágase todo decentemente y con orden. 
1Cor. 14. 

 *36. De vosotros. La iglesia de Corinto no fue la primera sino una de las últimas que Pablo fundó; por lo tanto, no le correspondía a esa iglesia prescribir reglas de conducta para otras iglesias, ni pretender tener derecho a ser diferente de ellas. No estaba sola en la proclamación del Evangelio; por lo tanto, debía dar la debida consideración a los principios de conducta y a las formas de culto que se aceptaban en general. Es evidente que la iglesia de Corinto había adoptado costumbres extrañas, como las de permitir que las mujeres se presentaran en los cultos públicos sin velo (ver com. cap. 11: 5, 16) y que hablaran en la congregación en una forma desconocida en otras iglesias. Los corintios habían permitido que hubiera irregularidades y confusión en la iglesia. Pero no tenían derecho a ser diferentes de otras iglesias en ese sentido, ni tenían ningún derecho a decir a las otras iglesias que también debían tolerar esa confusión y ese desorden. Deberían haber reconocido que su deber era conformarse con las prácticas del conjunto de las iglesias cristianas. 

*Sólo a vosotros. La iglesia de Corinto no fue la primera en ser establecida, ni era la única. Dios estaba haciendo surgir iglesias en muchos lugares mediante sus siervos. “Si una iglesia tenía derecho de crear costumbres y hábitos peculiares, las otras también lo tenían. Si se aceptaba esa idea, el resultado sería confusión y desorden”. Por lo tanto, todas las iglesias debían adoptar el mismo plan general de procedimiento en el culto público, y las costumbres que no se practicaban en otras iglesias no debían haberse practicado en Corinto. 

*37. Se cree profeta. Todo el que pretendiera haber recibido alguno de los dones del Espíritu, pero que se negara a reconocer la enseñanza dada por Pablo como proveniente del Señor, mostraría, al hacerlo, que su inspiración no procedía de lo alto. 
 *Señor. Pablo no hablaba por su propia autoridad ni en su propio nombre. Hablaba a los corintios en el nombre del Señor y por la inspiración del Espíritu Santo. Al aceptar el consejo del apóstol y obedecer las instrucciones mediante él, mostrarían que estaban dispuestos a ser guiados por el Señor. 
La fe verdadera siempre demuestra que es genuina por su cuidadosa obediencia a las órdenes de Dios. 
 Además, cualquier profesión de fe que desobedezca los mandatos divinos, rechace la autoridad de las Escrituras y no preste atención a la paz y al orden en la iglesia, demuestra que no es genuina. 

*38. El que ignora. Gr. agnoéÇ, "no reconocer". En efecto, Pablo dice que si alguno no reconocía el hecho de que él era inspirado por Dios, y por lo tanto no recibía sus instrucciones como mandatos de Dios, lo hacía para su propio mal. 
 Pablo había demostrado que su comisión provenía de Dios, y no necesitaba decir nada más en ese sentido. El que rechazaba el consejo que venía mediante el apóstol, sufriría las consecuencias. No había nada más que se pudiera hacer por él; debía responder ante Dios por su rebeldía. 
"La ignorancia voluntaria de los mandatos de Dios no será una excusa para nadie; sino que significará su perdición final". 

 *El Espíritu Santo no continuará abogando para siempre por el que obstinadamente se aferra a sus propias ideas equivocadas y a sus hábitos de vida aun después de que se le ha mostrado el camino correcto (ver Gén. 6:3; Ose. 4:17). Una ignorancia tal, obstinada y voluntaria, de los planes de Dios para el mundo ha de ser una actitud característica de cierta clase de personas en los últimos días, y servirá como una señal de la proximidad del fin (ver 2Ped. 3:3-5). Es peligroso rechazar la luz que procede de Dios a fin de continuar complaciendo los deseos del corazón natural, el cual siempre está en enemistad contra Dios (ver Rom. 8: 6-8; Gál. 5: 16-17; 1 Juan 1: 15-16). 

*Ignore. La evidencia textual (cf. p. 10) favorece el texto "es ignorado", "no es reconocido". Si se sigue esto último, quizá el significado sea que la tal persona no es reconocida por Dios. Una experiencia tal es lo opuesto de lo que se describe en el cap. 8:3: "Si alguno ama a Dios es conocido por él". 

*39. Procurad. Gr. z'lóÇ, "ser celoso por". 
 "Aspirad al don de la profecía" (BJ, NC). 
Resumiendo su tema, Pablo reafirma la prioridad dada a la profecía en el vers. 1, donde se refirió al don de profecía como el don espiritual más deseable al cual pudieran aspirar los cristianos. Es sumamente deseable que uno pueda hablar bajo la inspiración del Espíritu Santo para que la iglesia sea edificada. 

 No impidáis. No debía ponerse ningún obstáculo a la presencia del don de lenguas. Lo único que se debía evitar era el uso de este don en las reuniones públicas cuando no había un intérprete (ver la Nota Adicional al fin de este capítulo). 

 40. Con orden. Gr. katá táxin, "según categoría", "según distribución". Esta expresión se usaba como término militar, para representar la regularidad y el orden con que se forman las filas de un ejército en una distribución simétrica. Podrían surgir muchas preguntas en cuanto a los métodos y las formas de celebrar el culto en las iglesias, pero el sentido común y la debida reverencia hacia Dios indicarían lo que era adecuado para su culto y evitaría que se cometieran excesos. Todo debía hacerse decorosamente, como conviene en el culto del Creador omnipotente, sin ninguna confusión, ningún ruido innecesario, ni desorden (ver Hab. 2: 20; Ev 231, 461-463; Ed 237; PR 32-34; PP 310; 4T 626). 

 El cristiano siempre debe estar en guardia contra los males del formalismo en el culto público. Dios no mira las manifestaciones externas y la exhibición de talentos, sino la consagración sincera y amante que se le expresa en oración y alabanza (ver Juan 4: 24; OE 369). 

 *La dignidad y la reverencia son esenciales, pero deben inspirarse en una comprensión genuina de la majestad y la grandeza de Dios, y no en la respuesta a los impulsos del corazón natural que busca autoensalzamiento. 
Para que el culto público dedicado a Dios sea en verdad reverente, debe celebrarse de tal manera que todos los presentes puedan participar con inteligencia en todo lo que se hace. 
Por lo tanto, el uso de cualquier idioma que los adoradores no entienden, está completamente fuera de lugar, a menos que ese idioma sea interpretado para beneficio de todos. 



 *NOTA ADICIONAL DEL CAPÍTULO 14.
Hay dos principales opiniones en cuanto al don de lenguas, tal como se presenta en el cap. 14: 
 (I).- Que la manifestación debe ser explicada lo mismo que el fenómeno de las lenguas en el día de Pentecostés (Hech. 2); que el idioma (o idiomas) hablado en Corinto bajo la influencia del don era un idioma extranjero que podía ser fácilmente entendido por un extranjero que hablara esa lengua; que por hablar en la iglesia en idioma extranjero sin haber nadie presente que lo entendiera, los corintios estaban pervirtiendo la función de ese don, y que esa perversión del don fue lo que Pablo reprochó. 

 (II).- Que la manifestación en Corinto fue diferente a la del día de Pentecostés; que el idioma no era uno que hablaban los hombres, y que por eso nadie podía entender a menos que estuviera presente un intérprete que poseyera el don del Espíritu para interpretar ese idioma (1 Cor. 12: 10); que la función del don de lenguas era confirmar la fe de los nuevos conversos (1 Cor. 14: 22; cf. Hech. 10: 44-46; 11: 15) y proporcionar edificación espiritual personal (1 Cor. 14: 4); que lo que Pablo reprochó en 1 Cor. 14 fue el uso de este don en asambleas públicas, pues su principal propósito era la edificación personal, en privado. 





 *OTROS PUNTOS DE VISTA COMBINAN PUNTOS DE ESTAS DOS OPINIONES. 
Al considerar esta cuestión es útil enumerar las características del don de lenguas tal como se manifestó en Pentecostés y en Corinto. En cuanto a este don en Pentecostés, ver com. Hech. 2: 4. En esa ocasión fue evidente que el don consistió en la capacidad de hablar lenguas extranjeras, y su propósito fue facilitar la divulgación del Evangelio (HAp 32-33).

 *Un segundo propósito puede verse en el episodio de Pedro en la casa de Cornelio, donde la manifestación del don convenció a Pedro y a los escépticos cristianos de origen judío que estaban con él que Dios aceptaba a los gentiles (ver com. Hech. 10: 46) y, sin duda, también convenció a Cornelio y a los suyos de que la obra de Pedro llevaba el sello del cielo. 

 EN CUANTO AL DON QUE MÁS TARDE SE MANIFESTÓ EN CORINTO, SE DESTACAN LAS SIGUIENTES CARACTERÍSTICAS: 
 (1) El don es inferior al de profecía (1 Cor. 14: 1). 
 (2) El que habla en lenguas se dirige a Dios y no a los hombres (vers. 2). 
 3) Nadie entiende al que habla en lenguas (vers. 2). 
 (4) El que habla lo hace "por el Espíritu", es decir, está en éxtasis (1 Cor. 14: 2, 14; cf. com. Apoc. 1: 10). 
 (5) El que habla expresa misterios (1 Cor. 14: 2; para la definición de misterios, ver com. Rom. 11: 25). 
 (6) El que habla se edifica a sí mismo, no a la iglesia (1 Cor. 14: 4).
 (7) Pablo deseaba que todos tuviesen el don (vers. 5). 
 (8) El que habla debiera orar para poder interpretar de modo que la iglesia sea edificada (vers. 12-13). 
 (9) El entendimiento, o sea la mente, no recibe provecho cuando uno ora en "lenguas", lo que indica que esta experiencia no corresponde a un estado consciente de la mente (vers. 14).
 (10) El don era una señal para los que no creían (vers. 22). 
 (11) El don debía usarse en la iglesia sólo si estaba presente un intérprete (vers. 27); de lo contrario, el que hablaba sólo debía hablar para sí mismo y para Dios (vers. 28). 
 (12) Se amonestó a los corintios que no impidieran que se hablara en lenguas (vers. 39). La lista de características del don indica que el apóstol no se está ocupando de un don falsificado. 

 Ha enumerado "géneros de lenguas" entre los dones genuinos del Espíritu (cap. 12: 8-10), y en ninguna parte insinúa que la manifestación descrita en el cap. 14 no es don de Dios; por el contrario, la alaba (cap. 14: 5, 17), y afirma que hablaba "en lenguas" más que los corintios (vers. 18); desea que todos tuvieran el don, e insta a los creyentes a no impedir el uso del don (vers. 39).

 *Su propósito a través de todo el tema es mostrar su debido lugar y papel, y amonestar contra su abuso. Es evidente que los corintios abusaban del don. Hablaban en lenguas en la iglesia cuando no estaba presente un intérprete y cuando sólo se beneficiaba el que hablaba. Indudablemente varios hablaban al mismo tiempo, mientras otros estaban profetizando, enseñando, etc. Esto producía una confusión general (vers. 26-33, 40). 

 *Los comentadores han debatido mucho si las "lenguas" eran un idioma hablado, un idioma desconocido por los hombres, o sencillamente sonidos inarticulados. Los que creen que el discurso se daba en un idioma desconocido para el que hablaba, pero entendido por los que estaban familiarizados con ese idioma, arguyen, basándose en lo que llaman la analogía de las Escrituras, que el don manifestado en Corinto debe explicarse teniendo en cuenta lo acontecido el día de Pentecostés (Hech. 2), y en otras ocasiones (Hechos 10:44-46; 11: 15; 19: 6), y que, por lo tanto, es claro que su propósito era habilitar a algunos para predicar el Evangelio en idiomas antes desconocidos para ellos. 

 Explican pasajes como 1 Cor. 14: 2, donde se dice que ninguno de los presentes puede entender, señalando que los que hablan en lenguas se valen de un idioma que un extranjero sí podría entender. Además destacan que es difícil concebir que el Espíritu Santo se manifestara en un idioma desconocido teniendo en cuenta las circunstancias del cap. 14. 

* LOS QUE SOSTIENEN que el fenómeno consistía en sonidos ininteligibles, sin relación con ningún idioma humano, argumentan que esta es la forma más natural de interpretar los diversos pasajes de este tema, y que esta es la conclusión inevitable a que se debe llegar cuando se toman en cuenta todas las características enumeradas. Creen que las ilustraciones de Pablo en los vers. 7- 10 tienen el propósito de mostrar que lo que se escuchaba eran sonidos inarticulados o un idioma que no podía ser comprendido por hombres, a menos que ellos también estuvieran poseídos por el Espíritu y dotados con el don de interpretación (cap. 12: 10).



 *CUALQUIERA QUE SEA LA POSICIÓN QUE SE ADOPTE, una cosa es cierta: la manifestación del don en el día de Pentecostés, y los propósitos para los cuales fue dado (Hech. 2), diferían en muchos respectos del don tal como se manifestaba en Corinto. El don en Corinto servía para edificar al que hablaba, y no a otros (1 Cor. 14: 4). 

 Pablo no estimulaba su uso en público a menos que estuviera presente un intérprete (vers. 12-13, 27). 
 No recomendaba su uso en la iglesia (vers. 19,28). 
El discurso se dirigía a Dios, y no a los hombres (vers. 2, 28). 

 *El que hablaba estaba en éxtasis y, 
por lo tanto, inconsciente (vers. 14). 
 Estás cosas no sucedieron así cuando el don se manifestó en los discípulos el día de Pentecostés.
(Los Corintios fueron deturpando el propósito original por la cual se dio este don, con histrionismos propios de las religiones paganas). 

*El poder hablar en idiomas extranjeros tenía el propósito evidente de edificar a otros. El don fue conferido para que los discípulos pudieran predicar el Evangelio sin necesidad de un intérprete. Las palabras se dirigían a los hombres, no a Dios, y el que hablaba no estaba en éxtasis, sino que actuaba como quien domina un idioma después de estudiarlo (ver com. Hech. 2). 

**Debido a ciertos aspectos oscuros en cuanto a la forma exacta en que se manifestaba antiguamente el don de lenguas, le ha sido fácil a Satanás falsificar este don. 



 "En el culto pagano era bien conocido y los sonidos incoherentes abundaban".

 "En tiempos posteriores, bajo el disfraz del cristianismo, de vez en cuando también han aparecido diversas manifestaciones de un pretendido don de lenguas. Sin embargo, cuando esas manifestaciones se comparan con las especificaciones bíblicas del don de lenguas, se encuentra que hay algo muy diferente con el don impartido antiguamente por el Espíritu. Por lo tanto, esas manifestaciones deben rechazase como falsas. Pero la existencia de la falsificación no debe inducirnos a pensar con desdén del don genuino". 

 La manifestación correcta del don del cual Pablo trata en 1 Cor. 14 cumplía una función útil. Es cierto que había abusos del don, pero Pablo trataba de corregir los abusos y de dar a la presencia del don su debido lugar y aplicación. CBASD Ministerio Hno. Pio