Nacido entre los descendientes de Aarón,
Esdras recibió preparación sacerdotal. Se familiarizó, además, con los escritos
de los magos, astrólogos y sabios del reino medo-persa. Pero no estaba
satisfecho con su condición espiritual. Anhelaba estar en completa armonía con
Dios; deseaba tener sabiduría para cumplir la voluntad divina. . . Esto le
indujo a estudiar diligentemente la historia del pueblo de Dios, según estaba
registrada en los escritos de los profetas y reyes. Escudriñó los libros
históricos y poéticos de la Biblia, para aprender por qué había permitido el
Señor que Jerusalén fuese destruida y su pueblo llevado cautivo a tierra
pagana. . .
Estudió las instrucciones dadas en el monte
Sinaí y durante el largo plazo de las peregrinaciones por el desierto. A medida
que aprendía cada vez más acerca de cómo Dios había obrado con sus hijos, y
comprendía mejor el carácter sagrado de la ley dada en el Sinaí, Esdras sentía que
se le conmovía el corazón. Experimentó una conversión nueva y cabal, y resolvió
dominar los anales de la historia sagrada, con el fin de utilizar este
conocimiento para beneficiar e ilustrar a su pueblo.
Esdras procuró preparar su corazón para la
obra que, según creía, le aguardaba. Buscaba fervientemente a Dios, a fin de
ser sabio maestro en Israel. Y mientras aprendía a someter su espíritu y su
voluntad al dominio divino, se fueron incorporando a su vida los principios de
la santificación verdadera, que en años ulteriores ejercieron una influencia
moderadora, no sólo en los jóvenes que procuraban sus instrucciones, sino
también en todos los que estaban asociados con él. . .
Llegó a ser Esdras un portavoz de Dios que
educaba en los principios que rigen el cielo. . . Mientras estaba cerca de la
corte del rey de Medo-Persia como cuando se hallaba en Jerusalén, su obra
principal consistió en enseñar.
A medida que comunicaba a otros las verdades
que aprendía, aumentaba su propia capacidad para el trabajo. Era hombre piadoso
y celoso. Fue delante del mundo un testimonio del poder que tiene la verdad
bíblica para ennoblecer la vida diaria (Profetas y Reyes, págs. 446-448). 260
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVswLr4ZSa1m-evMmN8QvZQo
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