Neh. 2:1-8.
Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé
el tiempo. (Neh. 2:6, úp).
Mientras Nehemías imploraba la ayuda de Dios, no se
cruzaba de brazos pensando que a eso se limitaba su tarea o responsabilidad en
la realización de su propósito de restaurar Jerusalén. Con prudencia y
previsión admirables, procedió a realizar todos los preparativos necesarios
para asegurar el éxito de la empresa. . .
El ejemplo de este hombre santo debiera ser una lección para todos los hijos de Dios, de que no deben solamente orar con fe, sino trabajar diligentemente y con fidelidad.
¡Cuántas dificultades encontramos, cuán a menudo ponemos trabas a la obra de la Providencia en nuestro favor, porque se considera que la prudencia, la previsión, y el esmero tienen muy poco que ver con la religión! Este es un grave error. Es nuestro deber cultivar y ejercitar toda facultad que pueda hacernos obreros más eficientes para Dios.
La reflexión cuidadosa y la elaboración de planes
bien maduros son tan esenciales hoy para el éxito de las empresas sagradas como
lo eran en el tiempo de Nehemías. . .
Los hombres de oración debieran ser hombres de
acción. Los que están listos y dispuestos, encontrarán formas y medios de
trabajar. Nehemías no dependía de lo incierto. Los medios que a él le faltaban
los pedía a quienes podían concederlos. . .
El Señor aún actúa sobre los corazones de reyes y
gobernantes para que favorezcan a su pueblo. Los que trabajan por él, deben
valerse de la ayuda que hace que los hombres den para el avance de la causa de
Dios. . . Estos hombres pueden no simpatizar con la obra de Dios, no tener fe
en Cristo, no estar familiarizados con su Palabra; pero no por esto deben
rehusarse sus dones. . .
Mientras estemos en este mundo, mientras el Espíritu de Dios contienda con los hijos de los hombres, seguiremos recibiendo y haciendo favores. Debemos dar al mundo la luz de la verdad tal como está revelada en las Escrituras, y debemos recibir del mundo aquello que Dios hace que dé a favor de su causa. . . ¡Oh, si los cristianos pudieran comprender más y más plenamente que es su privilegio y su deber, mientras no se aparten de los buenos principios, aprovechar cada oportunidad enviada por el Cielo para hacer avanzar el reino de Dios en este mundo! (Southern Watchman, 15-3-1904). 264
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVswLr4ZSa1m-evMmN8QvZQo
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