martes, 14 de septiembre de 2021

14. “UN HOMBRE DE ACCIÓN” (NEHEMÍAS) IX. CONFLICTO Y VALOR (EGW).

Neh. 2:1-8.

Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé el tiempo. (Neh. 2:6, úp).

Mientras Nehemías imploraba la ayuda de Dios, no se cruzaba de brazos pensando que a eso se limitaba su tarea o responsabilidad en la realización de su propósito de restaurar Jerusalén. Con prudencia y previsión admirables, procedió a realizar todos los preparativos necesarios para asegurar el éxito de la empresa. . .

El ejemplo de este hombre santo debiera ser una lección para todos los hijos de Dios, de que no deben solamente orar con fe, sino trabajar diligentemente y con fidelidad. 

¡Cuántas dificultades encontramos, cuán a menudo ponemos trabas a la obra de la Providencia en nuestro favor, porque se considera que la prudencia, la previsión, y el esmero tienen muy poco que ver con la religión! Este es un grave error. Es nuestro deber cultivar y ejercitar toda facultad que pueda hacernos obreros más eficientes para Dios.

La reflexión cuidadosa y la elaboración de planes bien maduros son tan esenciales hoy para el éxito de las empresas sagradas como lo eran en el tiempo de Nehemías. . .

Los hombres de oración debieran ser hombres de acción. Los que están listos y dispuestos, encontrarán formas y medios de trabajar. Nehemías no dependía de lo incierto. Los medios que a él le faltaban los pedía a quienes podían concederlos. . .

El Señor aún actúa sobre los corazones de reyes y gobernantes para que favorezcan a su pueblo. Los que trabajan por él, deben valerse de la ayuda que hace que los hombres den para el avance de la causa de Dios. . . Estos hombres pueden no simpatizar con la obra de Dios, no tener fe en Cristo, no estar familiarizados con su Palabra; pero no por esto deben rehusarse sus dones. . .

Mientras estemos en este mundo, mientras el Espíritu de Dios contienda con los hijos de los hombres, seguiremos recibiendo y haciendo favores.  Debemos dar al mundo la luz de la verdad tal como está revelada en las Escrituras, y debemos recibir del mundo aquello que Dios hace que dé a favor de su causa. . . ¡Oh, si los cristianos pudieran comprender más y más plenamente que es su privilegio y su deber, mientras no se aparten de los buenos principios, aprovechar cada oportunidad enviada por el Cielo para hacer avanzar el reino de Dios en este mundo! (Southern Watchman, 15-3-1904). 264

AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVswLr4ZSa1m-evMmN8QvZQo

 

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