Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. (1 Corintios 6:18).
Se me ha mostrado que vivimos en medio de los peligros de los últimos días. Por cuanto abunda la iniquidad, el amor de muchos se enfría.
La palabra "muchos" se refiere a los que profesan seguir a Cristo.
Afectados, sin que ello sea necesario, por la iniquidad prevaleciente, se apartan de Dios. La causa de esta apostasía estriba en que no se mantienen apartados de la iniquidad.
El hecho de que su amor hacia Dios se esté enfriando por causa de que abunda la iniquidad, demuestra que, en cierto sentido, participan de esta iniquidad, pues de otra manera ella no afectaría su amor a Dios, ni su celo y fervor en su causa.
Se me ha presentado un horrible cuadro de la condición del mundo.
La inmoralidad cunde por doquier. La disolución es el pecado característico de esta era.
Nunca alzó el vicio su deforme cabeza con tanta osadía como ahora.
La gente parece aturdida, y los amantes de la virtud y de la verdadera bondad casi se desalientan por esta osadía, fuerza y predominio del vicio.
La iniquidad prevaleciente no es del dominio exclusivo del incrédulo y burlador.
Ojalá fuese tal el caso; pero no sucede así...
Cada cristiano tendrá que aprender a refrenar sus pasiones y a guiarse por los buenos principios...
Los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo entre sí son el único medio por el cual el Cielo puede comunicarse con el hombre, y afectan su vida más íntima. Cualquier cosa que perturbe la circulación de las corrientes eléctricas del sistema nervioso, disminuye la fuerza de las potencias vitales, y como resultado se atenúa la sensibilidad de la mente...
Los principios morales, aplicados estrictamente, son la única salvaguardia del alma. Si hubo alguna vez un tiempo en que la alimentación debía ser de la clase más sencilla, es ahora... Cuanto menos excitante sea nuestra alimentación, tanto más fácil será dominar las pasiones.
La complacencia del gusto no debe ser consultada sin tener en cuenta la salud física, intelectual o moral...
Dios les ha dado un tabernáculo que cuidar y conservar en la mejor condición para su servicio y gloria. Sus cuerpos no les pertenecen.
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios". "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (1 Corintios 6:19,20; 3:16).
-Joyas de los testimonios, t. l, págs. 253, 254, 259, 260. RJ142/EGW/MHP 143
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=GFn1oz9miec&list=PLtrFh-HO7ogCN7TYCzWFldOpHDCN8XOF7&index=16&pp=sAQB
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