Sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. (Hechos 10:35).
El Señor Jesús exige que reconozcamos los derechos de cada hombre.
Los derechos sociales de los hombres, y sus derechos como cristianos, han de ser tomados en consideración. Todos han de ser tratados con refinamiento y delicadeza, como hijos e hijas de Dios.
El cristianismo hace un caballero de un hombre. Cristo era cortés, aun con sus perseguidores; y sus verdaderos discípulos manifestarán el mismo espíritu.
Miremos a Pablo ante los gobernantes. Su discurso ante Agripa es una ilustración de la verdadera cortesía como también de la elocuencia persuasiva.
El Evangelio no estimula la cortesía formal corriente en el mundo, sino la que brota de la verdadera bondad del corazón.
La atención más cuidadosa a las cualidades externas de la vida no basta para excluir toda inquietud, juicio duro y palabra inconveniente.
Nunca se revelará verdadero refinamiento mientras se tenga al yo como objeto supremo.
El amor debe morar en el corazón. Un cristiano cabal encuentra sus motivos de acción en su profundo amor cordial hacia su Maestro.
De las raíces de su afecto por Cristo brota un interés abnegado en sus hermanos.
El amor imparte a su poseedor gracia, propiedad y dignidad de comportamiento. Ilumina el rostro y suaviza la voz; refina y eleva todo el ser. Obreros evangélicos, pág. 129.
Puede ser que algunos de aquellos con quienes estén en contacto sean rudos y descorteses, pero no sean ustedes menos corteses por causa de ello.
Aquel que desee conservar su respeto propio debe tener cuidado de no herir innecesariamente el de los demás.
Esta regla debe observarse religiosamente para con los más duros de entendimiento, para con los que más yerran.
Ustedes no saben lo que Dios se propone hacer con los que aparentemente prometen poco. El aceptó en lo pasado personas que no eran más promisorias ni atrayentes que ellos para que hiciesen una gran obra para El.
Su Espíritu, obrando en el corazón, despertó toda facultad y la hizo obrar vigorosamente. El Señor vio en estas piedras toscas y sin tallar material precioso, que podía soportar la prueba de la tempestad, el calor y la presión. Obreros evangélicos, págs. 128,129.
Sean corteses con los que llegan a estar en contacto con ustedes; así serán corteses con Dios.
Alábenlo por su bondad, así serán testigos de Él, y se estarán preparando para la sociedad con los ángeles. Estarán aprendiendo en este mundo cómo conducirse en la familia de Cristo en el cielo. Manuscrito 31, de 1903. RJ20/EGW/MHP 21
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=gbdiGFPK_nk&list=PLtrFh-HO7ogAQRUFvkOyvYEFpjjoDg9Aq&index=15&pp=sAQB
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