lunes, 6 de diciembre de 2021

06. “TODO LO QUE UN HIJO PUEDE SER” (TIMOTEO) XII. CONFLICTO Y VALOR (EGW).

2 Tim. 2.

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Tim. 2:15).

Pablo amaba a Timoteo, su "hijo en la fe" (1 Tim. 1:2). 

El gran apóstol sondeaba a menudo al discípulo más joven, preguntándole en cuanto a la historia bíblica; y al viajar de lugar en lugar, le enseñaba cuidadosamente cómo trabajar con éxito (Los Hechos de los Apóstoles, págs. 166,167).

El afecto entre Pablo y Timoteo comenzó con la conversión de Timoteo; el lazo se había fortalecido a medida que compartían las esperanzas, los peligros y los trabajos de la vida misionera, hasta que parecían ser uno.

La disparidad de sus edades y la diferencia de sus caracteres hicieron más ferviente su mutuo amor. El espíritu ardiente, celoso e indomable de Pablo encontró reposo y ánimo en la disposición apacible, complaciente y discreta de Timoteo.

El servicio fiel y el amor tierno de su sufrido compañero alegraron más de una hora oscura de la vida del apóstol. . . Todo lo que un hijo puede ser hacia un padre amado y respetado, lo fue el joven Timoteo para el sufrido y solitario Pablo (7CBA 917).

Pablo amaba a Timoteo porque Timoteo amaba a Dios. Su conocimiento inteligente de la piedad experimental y de la verdad le daba distinción e influencia. La piedad y la influencia de su vida hogareña no eran de baja categoría, sino puras, sensatas, y no corrompidas por falsos sentimientos. . .

La Palabra de Dios era la regla que guiaba a Timoteo. . . Su mente se espaciaba en las ideas del orden más elevado posible. Quienes lo instruían en su hogar cooperaban con Dios al educar a ese joven para soportar las cargas que le serían impuestas a temprana edad (Id., pág. 918).

En su trabajo, Timoteo buscaba constantemente el consejo y la instrucción de Pablo. 

No actuaba por impulso, sino con reflexión y serenidad. . .

El Espíritu Santo encontraba en él uno que podía ser amoldado y modelado como un templo para la morada de la divina Presencia.

Las lecciones de la Biblia, al entretejerse en la vida diaria, tienen una profunda y perdurable influencia en el carácter. Estas lecciones las aprendía y practicaba Timoteo (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 167). 347

AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVuPpX6vP-uxa30H1-0TyxIr


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