Más
la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que
el día es perfecto. (Proverbios 4:18).
Debemos
apartarnos de los mil tópicos que atraen nuestra
atención. Son temas que
consumen tiempo y despiertan curiosidad,
pero terminan en
nada.
Los
intereses más altos exigen la atención y la energía que
demasiado a menudo se otorgan a cosas comparativamente insignificantes.
El aceptar nuevas
teorías no trae vida nueva al
alma. Aun el conocimiento de hechos y teorías importantes en sí
mismos es de poco valor a menos que
se lo utilice en la práctica. Necesitamos sentir nuestra responsabilidad de dar a nuestras almas el alimento
que nutra y estimule su vida
espiritual...
No Estamos Haciendo La
Voluntad De Dios cuando
especulamos sobre cosas que Él ha visto
conveniente retener de nosotros.
El tema que debemos estudiar es: "¿Cuál
es la verdad, la verdad para este tiempo, que debe ser atesorada, amada,
honrada y obedecida?"
Los devotos de la
ciencia han sido vencidos y
desanimados en sus
esfuerzos por encontrar a Dios.
Lo que ellos necesitan preguntar en este tiempo es:
"¿Cuál es la verdad que nos capacitará para obtener la salvación de
nuestras almas?"
Cristo reveló a
Dios a sus discípulos de una manera que realizó
en sus corazones una obra
especial, tal como la que hace tiempo está deseando que le permitamos hacer en los nuestros.
Hay Muchos que por
espaciarse tanto en la teoría han
perdido de vista el poder
viviente del ejemplo del Salvador. Lo han perdido de
vista como el obrero humilde y abnegado. Lo que necesitan es
contemplar a Jesús.
Diariamente necesitamos
una nueva revelación de su presencia. Necesitamos seguir más fielmente su ejemplo de renuncia propia y sacrificio.
Necesitamos la
experiencia que tuvo Pablo cuando escribió: "Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mí" (Gálatas 2:20)...
El
Conocimiento De Dios Y De Jesucristo Expresado En El Carácter es una elevación por sobre todas las cosas que se estiman en la tierra y en el cielo.
Es la
educación más elevada. Es la llave que
abre los portales de la ciudad celestial. Es el propósito de Dios que
todos los que se visten de Cristo posean este
conocimiento...
Atesoren cada rayo de luz. Aprecien todo deseo del alma por Dios. Entréguense al cultivo de pensamientos espirituales y conversaciones santas... Habiéndonos arrepentido de nuestros pecados, habiéndoles confesado y hallado perdón, hemos de continuar conociendo a Cristo hasta que lleguemos a la luz plena de la perfecta fe del Evangelio.
Testimonies, t. 8, págs. 316-318. RJ294/EGW/MHP
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