Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para
que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. (2 Cor. 4:7).
Todos los discípulos tenían graves defectos cuando Jesús
los llamó a su servicio.
Aun Juan, quien vino a estar más íntimamente
asociado con el manso y humilde Jesús, no era por naturaleza manso y sumiso. El
y su hermano eran llamados "hijos del trueno". Aun mientras andaba
con Jesús, cualquier desprecio hecho a éste despertaba su indignación y
espíritu combativo.
En el discípulo amado, había mal genio, espíritu
vengativo y de crítica. Era orgulloso y ambicionaba ocupar el primer puesto en
el reino de Dios. Pero día tras día, en contraste con su propio espíritu
violento, contempló la ternura y la tolerancia de Jesús, y fue oyendo sus lecciones
de humildad y paciencia.
Abrió su corazón a la influencia divina y llegó a
ser no solamente oidor sino hacedor de las obras del Salvador. Ocultó su
personalidad en Cristo y aprendió a llevar el yugo y la carga de Cristo.
Jesús reprendía a sus discípulos. Los amonestaba y
precavía; pero Juan y sus hermanos no le abandonaron; prefirieron quedar con
Jesús a pesar de las reprensiones. El Salvador no se apartó de ellos por causa
de sus debilidades y errores. Ellos continuaron compartiendo hasta el fin sus
pruebas y aprendiendo las lecciones de su vida. Contemplando a Cristo, llegó a
transformarse su carácter. . .
Como representantes suyos entre los hombres, Cristo no elige ángeles que nunca cayeron, sino a seres humanos, hombres de pasiones iguales a las de aquellos a quienes tratan de salvar. . . Habiendo estado en peligro ellos mismos, conocen los riesgos y dificultades del camino, y por esta razón son llamados a buscar a los demás que están en igual peligro. Hay almas afligidas por la duda, cargadas de flaquezas, débiles en la fe e incapacitadas para comprender al Invisible; pero un amigo a quien pueden creer, que viene a ellos en lugar de Cristo, puede ser el vínculo que corrobore su temblorosa fe en Cristo. Hemos de colaborar con los ángeles celestiales para presentar a Jesús al mundo (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 262-264). 290
AUDIO:
https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVtrbL52hGjPNaJMDGwACpWZ
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