Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma. (Salmo 121:5-7).
Cuando
Cristo deje de interceder en el Santuario, se derramará sin mezcla
la ira de Dios de la que son amenazados los que adoran a la
bestia y a su imagen y reciben su marca (Apocalipsis 14:9,10).
Las plagas que cayeron
sobre Egipto cuando Dios estaba por
libertar a Israel fueron de índole
análoga a los juicios más
terribles y extensos que caerán sobre
el mundo inmediatamente antes de la liberación
final del pueblo de Dios...
Estas
Plagas no serán universales, pues de lo contrario los
habitantes de la tierra serían enteramente destruidos. Sin
embargo, serán los azotes más terribles que hayan sufrido jamás los hombres.
Todos los juicios
que cayeron sobre los hombres antes del fin del tiempo
de gracia fueron mitigados con
misericordia.
La sangre propiciatoria de Cristo impidió que el pecador recibiese el pleno castigo de su culpa; pero en el juicio final la ira de Dios se
derramará sin mezcla de misericordia...
El pueblo de
Dios no quedará libre de padecimientos; pero aunque perseguido y acongojado y aunque sufra privaciones y falta de
alimento, no será
abandonado para perecer.
El Dios que
cuidó de Elías no abandonará a ninguno de sus abnegados hijos. El que cuenta los cabellos de sus cabezas, cuidará de ellos y los atenderá en tiempos de hambruna.
Mientras los
malvados estén muriéndose de hambre y pestilencia, los ángeles protegerán a los justos y suplirán
sus necesidades.
Escrito está del que
"camina en justicia" que "se
le dará su pan, y sus aguas serán seguras". "Los afligidos y menesterosos buscan
las aguas, y no las hay; seca está de
sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios
de Israel no los desampararé" (Isaías 33:15,16; 41:17).
"Aunque la
higuera no florezca, ni en las vides haya frutos", sin embargo los que teman a Jehová se regocijarán en El y se
alegrarán en el Dios de su salvación. (Habacuc 3:17,18)...
"El sol no te
fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma". "Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de
sus alas estarás seguro... Porque has puesto
a Jehová, que es mi
esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará
tu morada" (Salmo 91:3,4,9,10).
-El conflicto de los siglos, págs. 685-688.
Los que reciben
el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia deben
reflejar plenamente la imagen de Jesús.
-Primeros escritos, pág. 71. RJ364/EGW/MHP 365
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