martes, 26 de diciembre de 2023

26. “SIN DOLOR PARA SIEMPRE, LOS REDIMIDOS CANTAN: ¡DIGNO ES EL CORDERO!” (XII. REFLEJEMOS A JESÚS EN LAS PRUEBAS) EGW

A ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. (Isaías 61:3).

Millones bajaron a la tumba cargados de infamia, porque se negaron terminantemente a ceder a las pretensiones engañosas de Satanás... Pero ahora "Dios es el juez" (Salmo 50:6). Ahora los fallos de la tierra son invertidos... Ya no seguirán siendo débiles, afligidos, dispersos y oprimidos. De aquí en adelante estarán siempre con el Señor.

Están ante el trono, más ricamente vestidos que lo que jamás lo fueron los personajes más honrados de la tierra. Están coronados con diademas más gloriosas que las que jamás ciñeron los monarcas de la tierra.

Pasaron para siempre los días de sufrimiento y llanto. El Rey de gloria ha secado las lágrimas de todos los semblantes; toda causa de pesar ha sido alejada. 

Mientras agitan las palmas, dejan oír un canto de alabanza, claro, dulce y armonioso; cada voz se une a la melodía, hasta que entre las bóvedas del cielo repercute el clamor: "Salvación... a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero" (Apocalipsis 7:10)...

En Esta Vida, podemos apenas empezar a comprender el tema maravilloso de la redención... Ni con la mayor tensión de nuestras facultades mentales llegamos a comprender todo su significado. La longitud y la anchura, la profundidad y la altura del amor redentor se comprenden tan sólo confusamente. 

El Plan De La Redención no se entenderá por completo ni siquiera cuando los rescatados vean como serán vistos ellos mismos y conozcan como serán conocidos; pero a través de las edades sin fin, nuevas verdades se desplegarán continuamente ante la mente admirada y deleitada. 

Aunque las aflicciones, las penas y las tentaciones terrenales hayan concluido, y aunque la causa de ellas haya sido suprimida, el pueblo de Dios tendrá siempre un conocimiento claro e inteligente de lo que costó su salvación.

La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos durante toda la eternidad. En el Cristo glorificado contemplarán al Cristo crucificado... Cuando las naciones de los salvos miren a su Redentor y vean la gloria eterna del Padre brillar en su rostro; cuando contemplen su trono, que es desde la eternidad hasta la eternidad, y sepan que su reino no tendrá fin, entonces prorrumpirán en un cántico de júbilo: ¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado, y nos ha redimido para Dios con su propia preciosísima sangre!

Se ve que la misericordia, la compasión y el amor paternal se unen a la santidad, la justicia y el poder.

Al mismo tiempo que contemplamos la majestad de su trono, tan grande y elevado, vemos su carácter en sus manifestaciones misericordiosas y comprendemos, como nunca antes, el significado del apelativo conmovedor: "Padre nuestro". -El conflicto de los siglos, págs. 708-710. RJ366/EGW/MHP 367

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=C7yLmjwyFr8&list=PLtrFh-HO7ogBkhtBo09vsLB5g_V_yuOGg&index=26&pp=gAQBiAQBsAQB



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