sábado, 30 de diciembre de 2023

30. “LOS DE CORAZÓN PURO REFLEJARÁN A CRISTO” (XII. REFLEJEMOS A JESÚS EN LAS PRUEBAS) EGW

El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey. (Proverbios 22:11).

En la ciudad de Dios no entrará nada que mancille. Todos los que morarán en ella habrán llegado aquí a ser puros de corazón.

En el que vaya aprendiendo de Jesús se manifestará creciente repugnancia por los hábitos descuidados, el lenguaje vulgar y los pensamientos impuros. Cuando Cristo viva en el corazón, habrá limpieza y cultura en el pensamiento y en los modales.

Pero las palabras de Cristo: "Bienaventurados los de limpio corazón" (Mateo 5:8), tienen un significado mucho más profundo. No se refieren únicamente a los que son puros según el concepto del mundo, es decir, están exentos de sensualidad y concupiscencia, sino a los que son fieles en los pensamientos y motivos del alma, libres del orgullo y del amor propio; humildes, generosos y como niños...

Para los corazones que han sido purificados por el Espíritu Santo al morar éste en ellos todo queda cambiado. Ellos pueden conocer a Dios.

Moisés estaba oculto en la hendidura de la roca cuando se le reveló la gloria del Señor; del mismo modo, tan sólo cuando estamos escondidos en Cristo vemos el amor de Dios.

"El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey". Por la fe lo contemplamos aquí y ahora. En las experiencias diarias percibimos su bondad y compasión al manifestarse su providencia... Los de puro corazón ven a Dios en un aspecto nuevo y atractivo, como su Redentor, mientras disciernen la pureza y hermosura de su carácter, anhelan reflejar su imagen.

Para ellos es un Padre que anhela abrazar a un hijo arrepentido, y sus corazones rebosan de alegría indecible y de gloria plena.

Los de corazón puro perciben al Creador en las obras de su mano poderosa, en las obras de belleza que componen el universo.

En su Palabra escrita ven con mayor claridad aún la revelación de su misericordia, su bondad y su gracia...

La hermosura y el encanto de la verdad que no disciernen los sabios del mundo se presentan constantemente a quienes, movidos por un espíritu sencillo como el de un niño, desean conocer y cumplir la voluntad de Dios. Discernimos la verdad cuando llegamos a participar de la naturaleza divina.

Los de limpio corazón viven como en la presencia de Dios durante los días que Él les concede aquí en la tierra y lo verán cara a cara en el estado futuro e inmortal, así como Adán cuando andaba y hablaba con El en el Edén. "Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara" (1 Corintios 13:12). -El discurso maestro de Jesucristo, págs. 25-27. RJ370/EGW/MHP 371

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=yZ3-I6xClRM&list=PLtrFh-HO7ogBkhtBo09vsLB5g_V_yuOGg&index=30&pp=gAQBiAQBsAQB


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